“La liturgia debe alimentar el corazón y el cerebro”

El teólogo y profesor del Seminario de San Sebastián, Xabier Basurko, se ha referido a su experiencia de liturgo dominical para introducir la cuestión. Preside tres eucaristías bien diferentes entre sí pero admite “gozar” de la experiencia porque son “vibrantes”.
A modo de ver del ponente, la respuesta a la pregunta que se le plantea es que la comunidad necesita motivos y recursos para celebrar la fiesta litúrgica de los domingos. Basurko ha desarrollado el tema centrándose, sobre todo, en los recursos celebrativos mezclando elementos teóricos y prácticos en su exposición.
La razón principal para cuidar con “cariño y esmero” la celebración de los domingos es que para muchos cristianos es el único “alimento de su fe”. Ante esta constatación, ha abogado porque el criterio orientador de la celebración lo marque la comunidad concreta ya que “no hay ley superior que el ser humano”.
Xabier Basurko ha alertado sobre el exceso de ruido en algunas celebraciones propiciado por “los teléfonos, las moniciones inútiles, el lucimiento propio que buscan algunos coros o el titubeo del que preside”.
Calidad de la palabra
A modo de entender del ponente cada época tiene sus propios valores y sus propias carencias y una de las características del tiempo actual es “la escasez del tiempo lento”. La incapacidad de concentración psicológica actual “también afecta a la vivencia de la liturgia”, ha señalado.
En cuanto a la homilía ha destacado que debe ser mucho más que la explicación de un texto. “Debe ser una palabra viva y eficaz en el corazón del creyente”. Aunque la tarea no sea fácil, ya que normalmente el tema es conocido entre los habituales, es importante “despertar” el interés de los que acuden a misa. En caso de carecer de ideas o sentirse incapaz de decir algo interesante, ha recomendado la práctica de utilizar sermones ajenos “ya que la palabra de Dios no es propiedad de nadie”.
Al final de la exposición el ponente ha hecho hincapié en la necesidad de unir el cerebro y el corazón equilibrando lo emocional y lo racional. Por otra parte ha destacado la importancia de integrar bien el coro en la celebración porque el pueblo “goza y se emociona cantando”.