Santa Ageda bajo cero

A la celebración, que tuvo lugar ayer domingo y estuvo presidida por el cura diocesano Ander Manterola, acudieron unas 100 personas. Las imágenes que ilustran estas líneas sirven para hacernos una idea del intenso frío y los 50 cms. de nieve que les acompañaron.
Tradición
Cada año, el sábado anterior al 5 de febrero, vecinos y vecinas de la ermita se ponen manos a la obra para tenerlo todo listo para santa Ageda. Limpian los exteriores, los accesos, adecentan el interior y ponen flores… Por su parte, el mayordomo –figura que se va rotando entre los caseríos y este año correspondía al caserío Sagarra- se encarga, entre otras muchas tareas, de preparar la merienda para los que participan en la limpieza -chorizo, queso, tocino, vino, chocolate y bizcocho-
Tras la preparación del fin de semana anterior al 5 de febrero, tienen lugar las celebraciones del día de santa Ageda y la repetición del domingo posterior –es decir ayer-, que en este caso ha sido la única que ha podido tener lugar debido al mal tiempo.
El ayuntamiento se hizo cargo de limpiar el camino y la alcaldesa también participó en la misa. Con la intensa nevada se taparon las claraboyas por lo que no hay imágenes de ayer del interior de la ermita. Este año, por primera vez, han participado 3 mujeres en el coro que canta la vida de la santa.
Tras la celebración, los asistentes tomaron galletas, vino y caldito bien caliente para entrar en calor, además, se vendieron casi 400 participaciones para una rifa de productos de la zona.
Funciones del mayordomo
Le corresponde, entre otras, guardar las llaves de la ermita durante todo el año, llamar a limpiar la ermita y los alrededores el sábado anterior a la fiesta, preparar la merienda y “hamaiketako”, contactar con el cura que vaya a celebrar y quedar con el coro, así como encargarse de toda la ornamentación de la celebración y recoger el dinero de la rifa y las “Pandak” (celebración por difuntos) e ingresarlas en la cuenta de la ermita.