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14.08.2015

Andra Mari de Gernika recibe un regalo de Nagasaki

Se trata de un cuadro que ha traído el obispo de su reciente viaje a Japón, donde acudió para participar en los actos conmemorativos del 70 aniversario del lanzamiento de las bombas atómicas. La comunidad parroquial de Andra Mari recibió el presente el viernes pasado, en la celebración eucarística que dio inició a las fiestas patronales de Andra Mari y San Roque. Hoy, día del patrón de la villa foral, el prelado presidirá la eucaristía de las 11 de la mañana.

Monseñor Mario Iceta presidió el día 14 la tradicional Salve que da inicio a las fiestas de su localidad natal, Gernika-Lumo. En dicha celebración entregó a la parroquia de Andra Mari el presente que recibió de manos del arzobispo de Nagasaki, en nombre de la comunidad de la catedral de Urakami. El cuadro, con la imagen del busto bombardeado de la Virgen, «se colocará, en la capilla donde se encuentra la cabeza de la Virgen dañada durante el bombardeo de Gernika – explica el párroco Iñaki Jauregi. Realizaremos algunas remodelaciones para que ese espacio se convierta en un símbolo representativo a favor de la paz».
La cabeza de la Virgen bombardeada en Gernika luce de nuevo en su lugar habitual, tras pasar por las manos de los restauradores del  Museo Diocesano. Aprovechando que tuvieron que realizar una réplica de la cabeza de la Virgen para que el obispo la entregara a la comunidad de la catedral de Urakami (Nagasaki), han realizado una limpieza a la talla.
Una copia perfecta a Nagasaki
Se ha realizado a partir de la digitalización del original, a fin de que éste no sufriera daños como consecuencia de un tratamiento agresivo. Una máquina copiadora reprodujo su volumen en un bloque de madera y la copia obtenida fue retocada manualmente “porque algunos aspectos de la imagen no pueden ser reproducidos por copiadoras”, matiza el director del Museo Diocesano, Juan Manuel González Cembellín.
Finalmente, la pieza se policromó «con los métodos tradicionales, tal y como se hubiera hecho en el siglo XVI”. Como resultado del trabajo la pieza que el obispo de Bilbao ha entregado en Nagasaki es “perfecta”. La pieza original, una de las mejores obras vizcaínas del Renacimiento manierismo de la segunda mitad del siglo XVI, estará expuesta en el templo donde se celebrará la festividad del patrón de la `ciudad de la paz´.