“Carlos ha sido elegido por puro amor y ha respondido: Aquí estoy”

A las 19:00 h., dio comienzo la ceremonia de ordenación de Carlos Olabarri, en la que su familia, desde los primeros bancos participó emocionada. El –desde ayer- nuevo cura de la Diócesis, nació en Amorebieta, en una familia de tres hermanos. Estudió en el centro de los Carmelitas de Zornotza y en los Agustinos de Urdaneta. Posteriormente, estudió Derecho en Deusto y trabajo, en Madrid, antes de comenzar en el Seminario de Bilbao con 35 años. Ahí inició un proceso que culminó con su ordenación presbiteral.
El Obispo, en su homilía, hizo referencia a la festividad de la Santísima Trinidad que ayer se conmemoraba y ofreció a Carlos su ayuda en esta nueva etapa. Mons. Iceta agradeció también a todos cuantos le han acompañado en este camino: su familia, sus amigos, sus compañeros… y le dijo que todo lo vivido hasta este momento “formaba parte del camino” hasta llegar a la ordenación. “Carlos ha sido elegido por Dios por puro amor y ha respondido: Aquí estoy”. Dirigiéndose a él concluyó con estas palabras “Que María te acompañe en este camino de gozo, de misericordia y de salvación”. En el momento de las bendiciones, el obispo, tuvo un recuerdo especial con las familias que lo están pasando mal, «con problemas, enfermedades o angustias para llegar a fin de mes».
Destinado a Gernika
Tras llevarse a cabo todos los ritos de la ordenación Carlos, cuyo primer destino como cura de la Diócesis de Bilbao será Gernika, se incorporó al presbiterio junto con sus compañeros curas y antes de finalizar se dirigió, muy emocionado, a todas las personas allí congregadas: “No quiero –dijo- ser protagonista de este día: Los protagonistas son Dios y la Iglesia”. En un mensaje muy breve pidió perdón “si alguna vez os he podido dañar por mi carácter o mi forma de actuar”. Dio gracias “me habéis dado mucho más de lo que pensáis” y pidió “que recéis por mí”. Por último, antes de concluir, leyó una oración que le ha marcado profundamente su vida (pertenece a la película Karol, sobre la vida del Papa Juan Pablo II)
«El amor me lo ha explicado todo, el amor me lo ha resuelto todo
Por eso admiro el amor, donde quiera que se encuentre
Si el amor es tan grande como sencillo, si el anhelo más simple se puede encontrar en él,
entonces puedo entender porque Dios quiere ser recibido por la gente sencilla,
por aquellos cuyos corazones son puros y no encuentran palabras para expresar su amor.
Dios ha venido hasta aquí y se ha parado a poca distancia de la nada
Muy cerca de nuestros ojos
Quizá la vida sea una ola de sorpresas, una ola más alta que la muerte
No tengamos miedo jamás»