Urkiola se llenó de agradecimiento

El obispo, en su homilía, agradeció su dedicación a Joseba y Antonio y su dilatado testimonio de fidelidad y entrega “inauguráis hoy –les dijo- un nuevo capítulo de vuestras vidas. Estoy seguro que seguiréis siendo testimonio vivo de Dios” También agradeció a todas las personas que a lo largo de los años “servís con tanta dedicación” en el santuario y, a quienes componen la Fundación Urkiola, así como a otros colaboradores como el Ayuntamiento de Abadiño, la Diputación, el Gobierno Vasco, …
“Urkiola no se cierra –dijo el obispo–, como en la naturaleza, en los bosques, hay árboles de hoja perenne y caduca y Urkiola está llamado a florecer. Termina una etapa, pero se abre otra”.
Mons. Iceta resalto que llegar a Urkiola –más allá de la gran belleza del entorno- “es llegar a un hogar, en la Abadetxea sempre sabes que te esperan personas de Dios. En esta casa siempre te encuentra acogida y testimonio de afecto y entrega entrañable”.
Antes de finalizar la Eucaristía fueron muchas las personas que quisieron testimoniar su agradecimiento. Otros lo hicieron ya tras la comida que reunió a unos 70 amigos y familiares en Lagunetxe. “Nos hemos sentido muy bien acogidos aquí”, se repetía “gracias por vuestra fuerza, vuestra voluntad y vuestra acogida”. Otros destacaron “las tertulias, la alegría, la compañía” y muchos asentían cuando alguien se les dijo “habéis sido los amigos, los confidentes, los hermanos”.
Joseba Legarza, emocionado decía al final “tanto Antonio como yo estamos en otoño y pronto estaremos en invierno. Urkiola continúa, de otra forma, pero es importante decir que continúa. Eskerrik asko”.
Eskerrik asko a vosotros Joseba y Antonio.