Tras seis años de trabajo, este lunes, ha tenido lugar la Defensa pública de la Tesis Doctoral del diácono permanente Alberto Jáimez.
Ha supuesto para él «un reto personal y desclavar una aguja que tenía clavada desde hace tiempo«, pero además ha sido «una vía de escape» para dar salida a «mi curiosidad«.
Se ha dedicado a preparar la tesis por las noches, cuando su servicio como diácono, acompañando en los tanatorios desde la pastoral del duelo, se lo permitía. Considera que el secreto está en «mantener la disciplina y considerar que el resultado es también un servicio a la Iglesia».

La investigación
El estudio propone una relectura «en clave teológica» de la obra del conocido científico y divulgador Carl Sagan. A menudo identificado con el ateísmo. Desde una perspectiva novedosa, la tesis destaca su contribución a la teología natural y la teología de la creación. Abre también un nuevo espacio de diálogo entre ciencia y teología.
Un ejemplo de esta aportación a la teología de Carl Sagan es su famosa frase «somos polvo de estrellas reflexionando sobre las estrellas». En esta reflexión subraya la profunda conexión entre la vida y el cosmos, constituyendo en sí misma, una aproximación a lo sagrado nacida del estudio científico. Este trabajo se inscribe en una corriente emergente que busca tender puentes entre el conocimiento científico contemporáneo y la reflexión teológica, en clave de admiración, respeto y búsqueda compartida del sentido.