Xabier sigue luchando porque los congoleños reclamen sus derechos. En este momento, le preocupa la poca seguridad que tienen las personas que están extrayendo el uranio de la mina Shinkolobwe, “curiosamente de allí salió el uranio para la bomba de Hiroshima”. Aunque la mina se cerró oficialmente en 2004 a causa de los accidentes y de la existencia de radiación, la siguen explotando. Los mineros extraen el uranio con las manos “sin ningún tipo de protección”. Cientos de toneladas de mineral se exportan y se transportan “de cualquier manera”, en camiones que cruzan en medio de los poblados.
El sacerdote denuncia la situación y pide a los congoleños que se rebelen pero, “es difícil” porque las mafias les extorsionan y son sus propios compatriotas quienes controlan estas redes. Considera que aunque muchas empresas y naciones del mundo tienen un gran interés en explotar los valiosos recursos naturales del Congo, las rivalidades entre tribus y la pasividad del gobierno de la nación no favorecen a la búsqueda de una solución.
Manifiesta su cansancio por no sentirse secundado cuando denuncia cualquier injusticia pero a pesar de todo, quiere volver y seguir trabajando “porque no puede dejarles así”.
`François´
A Goikuria los nativos le llaman ‘François’, porque Xabier les cuesta más pronunciarlo. El sacerdote ha hecho mucho por el Congo. Ha levantado talleres para que la gente aprenda un oficio -mecánica, electricidad, carpintería, artesanía…-, hospitales y centros para discapacitados. Y hasta ha creado un pueblo en plena selva, Kabulumbu, tras haber conseguido unas tierras para que los nativos sigan en sus territorios.
14.02.2014
“Camiones llenos de uranio cruzan nuestro poblado”
El cura de la Diócesis de Bilbao, que partió hace casi 50 años a la República Democrática del Congo está de nuevo en casa por motivos de salud. Sin embargo, su mayor deseo, una vez recuperado, es volver cuanto antes al barrio de Panda, en Likasi para proseguir con la misión. Y es que ha dejado allí muchos proyectos en marcha, como son los centros, escuelas y hospitales para niños discapacitados. Pero, su mayor logro ha sido el devolver la dignidad a muchas personas.