“La visita supone aliento e impulso para renovar nuestro compromiso cultural”

El cardenal Ravasi es el promotor del denominado «Atrio de los Gentiles», un espacio de apertura, cercanía y diálogo entre la fe y la cultura, que incorpora a increyentes y creyentes de varias religiones. Hace un par de años se pensó la posibilidad de organizar dicha iniciativa en Bilbao, pero no pudo ser. Posteriormente, la Universidad de Deusto y la Diócesis han aunado sus esfuerzos para hacer posible la presencia del cardenal entre nosotros.
Hoy tendrá lugar un encuentro de las instituciones diocesanas con el cardenal ¿qué puede aportar?
La presencia del cardenal significa primeramente reconocimiento y agradecimiento por el empeño sostenido de esta Iglesia local en el ámbito de la cultura (medios de comunicación, Archivo, Museo, enseñanza…). Además supone aliento e impulso para renovar nuestro compromiso y nuestra presencia en el quehacer y en el diálogo cultural, a partir de nuestra identidad cristiana y eclesial. Ello se realiza a través del testimonio de creyentes que viven su vocación en ese campo y por medio de la presencia institucional en la sociedad de Bizkaia.
Diálogo entre fe y cultura: una apuesta histórica de nuestra Diócesis
Efectivamente, la diócesis de Bilbao, desde su creación en 1950, ha mantenido el interés por inculturar el Evangelio de muy diversas maneras en un contexto cultural marcado por la pluralidad. Nuestra Iglesia ha bebido de la cultura de Bizkaia y, simultáneamente, ha enriquecido el bagaje cultural de nuestra sociedad. Un capítulo muy importante en este sentido ha venido dado por el apoyo a la cultura expresada en euskera, sobre todo en tiempos difíciles. Podría decirse que en no pocos aspectos ha sido pionera. Hoy la presencia y la influencia eclesial son ciertamente más modestas, pero siguen siendo significativas. Ello se comprueba por su reconocimiento público, no sólo en la comunidad cristiana.
El diálogo entre creyentes y no creyentes, otro de los retos de cara al futuro cercano
Es evidente que las circunstancias sociales, culturales y eclesiales han experimentado y están viviendo un profundo cambio. Ello está llevando también a la Iglesia local y a sus comunidades e instancias a buscar nuevos caminos de transmisión de la fe cristiana. La cercanía y el diálogo paciente no son solamente un medio entre otros, sino el instrumento por excelencia en la tarea evangelizadora.