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26.11.2015

Más de 300 personas sin hogar en Bizkaia

Las entidades que trabajan con personas sin hogar en nuestra Diócesis se han sumado a las actividades programadas para el Día que se recuerda este domingo, 29 de noviembre, bajo el lema “Porque es posible. Nadie sin hogar. Que todas las personas tengan un hogar es un compromiso común”. Hoy, a las 12 del mediodía, se han llevado a cabo 40 actos en todo el estado pidiendo que se acabe con el `sinhogarismo´. En nuestra Diócesis las actividades han tenido lugar en Bilbao y en Durango. Joseba Gaya, Responsable del Área de personas sin hogar de Cáritas y Coordinador de la Plataforma Bestebi resalta la importancia de salir a la calle este día.

Porque todavía son muchas las personas que necesitan un hogar y siguen viviendo en la calle. Se han dado algunos pasos y hemos ganado en coordinación con las diferentes instituciones, pero todavía queda mucho por hacer.
¿Cuántas personas viven en la calle en Bizkaia?
No es fácil determinarlo,  pero se calcula que son unas 300 las personas sin hogar.
¿Disponen de albergues suficientes?
Durante el invierno se habilitan dispositivos especiales en diferentes localidades pero es un parche, no una solución. Se necesita que desde las diferentes administraciones a los medios de comunicación, pasando por las organizaciones sociales y la ciudadanía, alcancemos un compromiso común hasta que todas las personas tengan un hogar.
¿Se ha agravado su situación con la crisis?
La campaña que iniciamos hace cinco años con el objetivo de erradicar el sinhogarismo no ha dado los frutos esperados. Habíamos avanzado algunos pasos pero con la crisis hemos asistido a un recorte de derechos sin precedentes en la democracia.
¿Qué se solicita?
A las administraciones públicas un compromiso conjunto para recuperar la inversión en materia de protección social y servicios sociales y urgentes políticas sociales comprometidas que pongan a las personas en el centro. A los medios de comunicación y redes sociales, que comuniquen desde un enfoque sensible hacia las personas sin hogar. Por último a la ciudadanía y a la sociedad en general, que participemos más en organizaciones y movimientos sociales y ciudadanos y seamos agentes que movilicemos esperanza.