Conferencia sobre «El enfermo de Alzheimer y sus cuidadores», en Las Arenas

La sesión está incluida en el trabajo realizado por un grupo de personas de tercera edad, «el grupo de los lunes», y además está abierta al público, tal y como lo hicieron con la sesión del mes pasado sobre el «testamento vital». El doctor Víctor Beramendi, participa en ese grupo y trabaja en el psiquiátrico de Zamudio.
Un poco de historia:
Desde el Instituto Neuropsiquiátrico Nicolás de Achúcarro, más tarde Hospital Psiquiátrico de Zamudio, su director, el Dr. Victor Beramendi, inició una apuesta decidida por sacar los servicios de Rehabilitación del Trastorno Mental a la comunidad. A los Hospitales de Día de Zamudio, Mungia y Bilbao que disponía el Hospital se unió una iniciativa social que propició la dirección del Centro. El objetivo claro era hacer menor la distancia que separa al enfermo de la sociedad. Desde la Dirección del Centro se inició el contacto con diferentes agentes sociales para tratar de poner en marcha recursos sanitarios y sociales a un tiempo y en un medio cercano al propio paciente. Fruto de esa iniciativa ha sido la creación de la Fundación Argia, hospital de día para tratamiento del trastorno mental grave y la creación de la Fundación Eragintza para la promoción de la inserción sociolaboral de las personas con trastorno mental. La Fundación Argia nació desde el Hospital Psiquiátrico de Zamudio, y de la mano de su Dirección se solicitó ayuda a la comunidad trinitaria de Algorta para llevar adelante el proyecto.
Juntos el Director de Zamudio y la Comunidad de Hermanos Trinitarios fundaron Argia en 1990 y en febrero de ese mismo año recibía a los cinco primeros usuarios desde el Hostal Maroño de Bilbao cuya gestión técnica llevaba el Hospital, luego irían llegando más desde el propio Hospital y de los Centros de Salud Mental hasta llegar prácticamente al centenar. Este Hospital de Día nació con los recursos de pisos asistidos orientados para los pacientes que no disponían de recursos domiciliarios.
Los primeros ocho pisos en Bilbao fueron buscados y contratados por la misma Presidencia de la Fundación, por el Dr. Victor Beramendi y por Martín Baraiazarra; luego fueron creciendo exponencialmente dada la gran necesidad e recursos entre las personas con trastorno mental de larga duración. Más tarde llegarían los convenios con Osakidetza y la BBK. Y cuando estuvo todo conformado el Dr. Beramendi dejó el testigo a un equipo multidisciplina que el mismo había elegido y a la Diócesis de Bilbao, en 1994, para que continuaran con el proyecto.