El director del Museo Diocesano de Arte Sacro, Juan Manuel González Cembellín ofrecerá mañana, a las siete de la tarde, una breve exposición sobre el hecho histórico. Rememorará la destrucción del edificio y el revés que supuso para la comunidad de monjas Clarisas Franciscanas que vivían en el edificio.
El Convento
En el trabajo realizado por el presbítero de la Diócesis, Eugenio Rodríguez Condado, sobre la historia del Monasterio de San Antonio se da cuenta de la situación en la que quedaron las monjas tras la destrucción del edificio. La Orden barajó la posibilidad de suprimir el monasterio y dispersar a las Hermanas a otros lugares. En estas circunstancias, las religiosas de Portugalete les ofrecieron su hospitalidad. Sin embargo, las duranguesas decidieron permanecer en Durango y edificar un convento nuevo.
Entre 1813 y 1814, las once monjas apostaron por la construcción. Vendieron algunos terrenos y algunas piezas de plata, “salvadas del pillaje de los franceses” y comenzaron las obras.
La reconstrucción se realizó durante cuatro años, ocupando parte del prado que se extendía ante la puerta principal del antiguo Convento. La Comunidad inauguró el nuevo edificio el año 1819.
05.06.2013
Recordando la destrucción del monasterio de San Antonio
En Durango, el 17 de mayo de 1813, las tropas lusas, aliadas del ejército francés, incendiaron el monasterio de San Antonio, que habían ocupado como cuartel. La asociación Gerediaga ha programado un acto recordatorio para mañana, a las 7 de la tarde, en la iglesia del monasterio.
El monasterio reconstruido.
