5 jóvenes participan en una experiencia misionera en Ecuador

La experiencia misioenra consiste en unas semanas en las que convivirán con una familia, un equipo, una comunidad…, “para poder conocer una realidad de Iglesia liberadora comprometida con las personas empobrecidas. Una oportunidad para aprender del camino vivido por las comunidades eclesiales de base. Un tiempo para aportar desde la sencillez”, detalla Mertxe Agirre, de la Delegación de Misiones Diocesanas.
El proyecto transcurrirá en Ecuador, con el Equipo Misionero Itinerante y con el equipo de la Unidad educativa Pachayachachic, ambos de la diócesis de Riobamba en la provincia de Chimborazo. Allí participarán en las misiones o en apoyar a la unidad educativa, dentro del marco de la actividad pastoral.
¿Quiénes?
Los jóvenes que cada verano participan en esta experiencia previamente han realizado el curso Norte-Sur, promovido por el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP), Cáritas-cooperación y la delegación de Misiones. Precisamente en el mes de octubre comenzará un nuevo curso Norte-Sur para cuantas personas estén interesadas.
Expectativas e ilusiones
Quienes van –explican desde Misiones- manifiestan que quieren conocer otra cultura, vivir una experiencia positiva, aprender, compartir lo que somos, reforzar los valores, coger impulso hacia el futuro, poner rostro a lo aprendido  en el curso Norte-Sur, escuchar, compartir, vivir la fe de otra manera, conocer las propias capacidades, valorar lo importante, prescindir de muchas cosas, que la vivencia de Dios se mantenga al volver…
“Quienes enviamos –precisan- queremos: que conozcan otra realidad, que aprendan de las personas en situación de pobreza con las que van a convivir, acercarnos a esas otras personas y comunidades que buscan también un mundo justo, acompañarles bien, que estén a gusto, alentar compromisos con el Sur, que se animen a ser misioneras …”