Zeanuri cuenta con un rico patrimonio religioso que comprende, entre otras construcciones, 18 ermitas. Algunas de ellas no están en buen estado, por lo que, la comunidad parroquial y un grupo de vecinas y vecinos ha considerado la idea de restaurarlas de una manera muy singular. Han involucrado a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Navarra y a la Fundación Gondra Barandiaran. Se han sumado a este proyecto pionero, el colegio de Arquitectos Vasco Navarro y el Ayuntamiento local.
Una de las personas que ha estado tras esta iniciativa es Ángel Larrea, quien en una entrevista realizada en la emisora diocesana Bizkaia Irratia, ha contado los pormenores del proyecto.
¿Cómo surgió la idea?
En nuestro entorno y en muchos lugares de Bizkaia ha sido algo habitual que el vecindario se juntara para realizar reparaciones en las ermitas. Pero no es así en todos los casos, por lo que, a iniciativa de la familia Rotaetxe de Zeanuri, junto con otros impulsores pusimos en marcha la idea de tirar con este proyecto. El objetivo es rehabilitar y conservar nuestro patrimonio contando con el alumnado de la Facultad de la Universidad de Navarra. Hemos realizado la primera fase piloto del proyecto. De momento, no sabemos si el año que viene tendrá continuidad.
¿Os habéis fijado en alguna iniciativa francesa?
Ciertamente, en Francia nos llevan mucha ventaja en el tema del voluntariado. Allí se cuenta con un voluntariado formado y es por eso que hemos pensado firmar convenios con las Escuelas de Arquitectura. En este caso, contamos con la colaboración de los estudiantes y profesores de Arquitectura. Muchas veces, en la formación que reciben en estas Facultades, no se acercan a estudiar edificios tradicionales o históricos. Por lo tanto, nos parecía que ésta era una buena manera de ver in situ los materiales que utilizaban nuestros antepasados. Han dibujado los planos y quisiéramos que, el año que viene, se lleve a cabo la segunda fase, de rehabilitación.
¿Cuáles son las ermitas que queréis restaurar?
Otro promotor fundamental de este proyecto ha sido la Diócesis de Bilbao. Dos de las ermitas pertenecen a cofradías y otras dos, la de san Isidro y la de la Piedad, son de la parroquia. Por lo tanto, hemos ido de la mano. Contamos con la colaboración de la Fundación Gondra Barandiaran para financiar el proyecto.
