“Recordamos que todos hemos recibido este Espíritu, infundiéndonos el don común de la caridad, que es el efecto que el Espíritu Santo produce en nuestro corazón, para que nos amemos de un modo nuevo”, explica el obispo al referirse al Día de Pentecostés. Añade también en su reflexión el aspecto referido a los dones particulares recibidos que “cada uno debe discernir a la luz del Espíritu y en comunión con la Iglesia” , no para sí, sino para la edificación de este Cuerpo de Cristo, este pueblo de redimidos que es la Iglesia.
Del mismo modo, el obispo advierte que este don del Espíritu traspasa todos los confines y nos convierte en misioneros. “Siempre debe estar en nuestro corazón – explica- el sentimiento de gratitud del testimonio de tantos hermanos y hermanas nuestras que han respondido generosamente esta llamada”.
Monseñor Mario Iceta acudirá a la República Democrática del Congo a finales de este mes para agradecer “la labor encomiable que han realizado estos hermanos nuestros con la entrega de sus vidas”.
06.06.2014
A la luz del Espíritu
En el último número del curso de la revista diocesana Comunicación/Alkarren Barri, que pronto verá la luz, el obispo escribe la carta mensual a la comunidad cristiana en la que se refiere a la solemnidad de Pentecostés. Monseñor Mario Iceta reflexiona sobre la importancia del Espíritu Santo en este Día de la Iglesia.
