Mons. Iceta, en su intervención agradeció a las personas cercanas al seminario su colaboración «a los amigos que rezan por el Seminario» y a quienes lo apoyan económicamente, así como al equipo formativo.
En el apartado de los retos se refirió a como aunar las cuatro dimensiones de la formación: la dimensión humana, la capacidad de comunicar, la empatía, el saber escuchar y no quedarse en la sacristía; la dimensión espiritual, el estar con los pies en la tierra, pero con el corazón y la mente en Dios; la dimensión intelectual, saber dar razón de nuestra esperanza, cuidar las disciplinas teológica y humana y la dimensión pastoral, tomar el pulso a la Diócesis «la experiencia pastoral -dijo- confronta tu propia vida con lo que va a ser tu ministerio».
El rector del Seminario repasó a la memoria de actividades del pasado curso 2018-2019, en el que hubo dos ordenaciones presbiterales, la de Francisco José Pinilla y la de Alex Andreu en septiembre de 2018 y junio de 2019, respectivamente. Uribelarrea explicó que los seminaristas y miembros de la Residencia Vocacional han participado a lo largo del curso en distintas tareas en la pastoral en sus zonas correspondientes.
Este curso el Seminario Diocesano no va a contar con ninguna nueva incorporación. En la actualidad son ocho los seminaristas, además de un miembro en la Residencia Vocacional, los mismos que finalizaron el pasado curso: Imanol Atxalandabaso (3ª fase); Jaime Pizarro, Txomin Alonso, David Garrido, Gorka Campos y Mario Díaz (2ª fase), Gaizka Egaña y Marco Muñoz (1ª fase) y Aaron Laz (Residencia Vocaional)
Del Seminario a la Diócesis
Como en años anteriores El Seminario ofrece a la Diócesis un programa de encuentros que se llevaran a cabo a lo largo del curso. “Tan sólo pretende ser una sencilla aportación y una manifestación de lo que queremos ser: una casa abierta, acogedora, y desde la cual también queremos ofrecer lo que en nosotros está. Desde aquí entendemos los días de “puertas abiertas”; los retiros al “ritmo del año litúrgico”; la jornada de oración con ocasión del IV Domingo de Pascua; las visitas y presencias en las distintas realidades pastorales en las vicarías…”, explican.
Pastoral vocacional
Desde el Seminario de Bilbao la tarea de la pastoral vocacional, especialmente la referida al ministerio ordenado, “es una tarea fundamental que debemos entre todos impulsar. En este curso que estamos comenzando vamos a realizar, a nivel diocesano, una reflexión que vaya desembocando en la configuración del VI PDE., que entrará en vigor el curso siguiente 2020-2021. Creemos que ésta es una cuestión de suma trascendencia”. También destacan que la experiencia de la “Residencia Vocacional” sigue siendo un espacio muy apropiado al que convocar a nuestros jóvenes. “A través de la convivencia, oración, acompañamiento, discernimiento… se abre un espacio de gran ayuda en lo referente a la profundidad en la vida cristiana. La valoración de los que en ella han participado ha sido siempre muy positiva, independientemente de la decisión a la que cada uno haya podido llegar”. Info: www.seminariobilbao.org
El director espiritual, Dionisio Larrañaga y el director de estudios Miguel Vera también intervinieron en el acto. Larrañaga incidió en que la dimensión espiritual es el alma de todo el itinerario formativo «Vivir en el seminario es una tarea educativa integral. El seminario es una casa de humanidad, es una comunidad creadora de esperanza» añadió. Por su parte Vera se refirió a as líneas de formación de los seminaristas.
