Celebración intercultural en la catedral

¿Cómo surgió la idea de celebrar una misa intercultural en la catedral?
La celebración intercultural se realizó por primera vez hace tres años pero los encuentros entre latinos, de una manera continua, comenzaron hace seis años en la parroquia de San Francisco Javier. Cuando llegué me encontré con un grupo que se reunía a menudo, pero que buscaba fortalecer los encuentros esporádicos. De esta manera comenzamos a relacionarnos más estrechamente con el obispado y a abrir nuevos espacios. Nos parecía importante sentir que lo nuestro no era una iniciativa de unos pocos, sino un trabajo de la iglesia de Bizkaia. En este sentido, el párroco, Juan Mari Bautista, nos brindó la posibilidad de que la parroquia fuera un referente para la comunidad. A partir de esa experiencia mensual, fuimos contactando con otras realidades eclesiales y nos encontramos con los grupos interculturales de Cáritas. De ahí nació la primera celebración, en la catedral, entre diferentes grupos de inmigrantes de la diócesis, que celebraban en San Felicísimo y en el Corazón Inmaculada de María.
¿Cómo se fraguó la coordinación entre los diferentes grupos?
Al principio tuvimos nuestras dificultades, sobre todo, con el tema del ritual porque quisimos incluir particularidades culturales. Una vez que coordinamos todos los detalles, la celebración salió muy bien y la experiencia fue tan positiva que decidimos proseguir.
¿Qué peculiaridad tendrá la celebración de hoy?
La eucaristía se celebrará a las 12, por lo que compartiremos la celebración con la gente que acude a la parroquia. Nos sumaremos a su celebración y seremos los `invitados´. No ocurre lo mismo con la misa que celebramos mensualmente en San Francisco Javier. Como el horario es extra parroquial, la mayoría de los participantes somos latinos. El último domingo de cada mes, nos solemos reunir unas 400 personas. En Mungia también se suele reunir otro grupo, de la zona, para celebrar la misa latinoamericana una vez al mes. Estamos muy contentos de tener la oportunidad de vivir nuestra fe interculturalmente.