Comienzan el curso cerca de doscientos alumnos

El discurso inaugural correrá a cargo de Ane Ortega, profesora de la Escuela de Magisterio, que “reivindicará la pluralidad de lenguas. Por una parte, hablará sobre la necesidad de proteger y promover la pluralidad de lenguas que existen a nivel mundial, y por otra, sobre la realidad y los retos en cuanto a las lenguas en nuestra sociedad: sociedad bilingüe, necesidad del inglés, inmigrantes…” según nos informa la directora de la Escuela.
En el acto de la tarde, se entregarán los diplomas a unos 250 alumnos que terminaron el año pasado los estudios. 27 de primera enseñanza, 111 de Educación infantil, 60 de Lenguas Extranjeras y 64 de Educación Física. La mayor parte de los alumnos han finalizado sus estudios de Educación Infantil, porque hasta ahora, al menos en el mercado laboral, ha tenido una buena salida. De todas formas, “suele haber rachas. Hasta ahora no ha habido muchas dificultades para encontrar trabajo. Parece ser que ahora, con motivo de las jubilaciones, surgirán muchas necesidades en la enseñanza, de tal manera que , al parecer, las leyes del mercado son favorables” según nos dice Isabel Arizeta.
El perfil de los enseñantes del futuro es de 18 años, euskaldun, vizcaíno, tanto proveniente de la red pública como de la privada, “pero también los guipuzcoanos como los alaveses y navarros van en aumento. Muchos de ellos son monitores de tiempo libre, están en grupos de danzas y deporte y se dedican a dar clases”.   
Hoy, a partir de las siete de la tarde, en la nueva biblioteca de la Universidad de Deusto, se reunirá mucha gente para tomar parte en el acto oficial de inauguración del curso. Según Maria Isabel Arizeta “hay muchos retos a los que enfrentarse. El más urgente, seguramente, es que al habernos adherido a la Universidad de Deusto, ese vínculo lo tendremos que confirmar del modo más conveniente, y junto con eso, adecuarnos al nuevo marco conocido como el sistema de Bolonia. Si queremos responder realmente a las exigencias, tendremos que realizar retoques y mejoras en los planes y programaciones de estudio, en el terreno pedagógico, en el proyecto lingüístico y, cómo no, también en la organización de los locales. Tendremos que crear nuevos espacios, que faciliten de otra manera el trabajo y las relaciones. El sacar buenos profesionales en el sistema vasco de idiomas y el prestar planes adecuados de formación, son otros de los retos”.