La catedral se llenó por completo desde antes de dar comienzo la ceremonia. Numerosos familiares y amigos de Francisco y Alex quisieron estar cerca de ellos, acompañándoles en un día tan importante para ambos. Junto al obispo, miembros de su Consejo Episcopal y del Cabildo Catedral, así como más de setenta presbíteros, diáconos y religiosos, participaron en la celebración.
El obispo comenzó con un saludo a todas las personas allí presentes “saludo a vuestras familias que vienen desde vuestros lugares de origen y a quienes vienen desde las parroquias donde habéis ejercido el ministerio y el servicio como seminaristas y diácono y también a los sacerdotes que han venido desde otras Diócesis, a miembros del Seminario, religiosos y religiosas…”
Búsqueda, vocación, misión, consagración
En su homilía Mons. Iceta destacó cuatro palabras relacionadas con la lectura del día: Búsqueda, vocación, misión y consagración y señaló la importancia de la actitud primera de ponerse en búsqueda y de cuestionarse “dónde puedo llevar a plenitud mi corazón”. También dijo que en esa búsqueda “necesitamos que alguien nos ayude a ver, que alguien nos ayude buscar las respuestas. Necesitamos las mediaciones que Dios pone en nuestras vidas”.
Mons. Iceta prosiguió su intervención diciendo que en la vida “en la vuestra, como en la nuestra, ha habido un momento en que Dios se ha presentado, es el encuentro personal con el Señor y de escuchar la invitación firme a seguirle”. El obispo prosiguió apelando al servicio “hemos sido llamados para ayudar a los hombres y mujeres de hoy, nuestro ministerio no es personal, sino que somos una mediación. La misión es que la gente se encuentre con el Señor”. Concluyó afirmando que “la misión que Él nos confía va a trasformar siempre nuestro interior” y “con la esperanza de que el Señor no se olvida de su pueblo”.
Tras la liturgia de la ordenación y el rito de la imposición de manos a los ordenandos, por parte del obispo y de todos los sacerdotes asistentes, se procedió a la plegaria de la ordenación y prosiguió la Eucaristía con ambos en el altar.
Gratitud
Días antes de la ordenación Pinilla afirmaba, en una entrevista, que desea estar “a pie de calle” y ayer lo corroboró en su emotivo mensaje en el que con sencillez y, de parte de Alex y él, lo dedicaron prácticamente en su integridad a dar agradecimientos “Tenemos mucho que agradecer. Gracias Señor por nuestras familias y amigos que nos han dado el don de la vida, del amor, de la fe, que nos han acompañado en todo este camino y que pudiendo o no estar aquí presentes, si lo están en nuestro corazón. Gracias Señor por nuestra Diócesis, nuestro Obispo, nuestro Seminario, por los curas, diáconos y laicado. Gracias a las facultades y centros donde nos hemos formado. A través de todos ellos has ido clarificando y alimentando la esperanza de llegar un día hasta este momento y a todo lo que vendrá después. Gracias Señor por la gente de nuestras parroquias, por entusiasmarnos en esta tarea en la que Tú nos guías. Gracias por habernos hecho descubrir lo que significa esa caridad pastoral. No quiero extenderme más, tengo mucho que agradecer, pero sé que el espíritu que une a los corazones ya está dando gracias mucho mejor que nosotros podemos imaginar”. La intervención la concluyó Alex porque Fran se emocionó y no pudo seguir. “Pedir a Dios por Fran y por mí, para que seamos capaces de darnos a vosotros y de amar hasta el extremo. Muchas gracias”. Un gran aplauso por parte de todos los presentes selló las intervenciones.
Antes de acabar el acto el obispo dijo que Fran y Alex son “una bendición para esta Diócesis” y recordó que hoy domingo se celebra una colecta de Cáritas Diocesana e invitó a acudir a las conferencias que este fin de semana tienen lugar en la parroquia de los santos Juanes dirigidas por el sacerdote francés Jacques Philippe “un referente espiritual en Europa”.
