Encuentro de Pastoral Penitenciaria

José Gómez, párroco de Las Mercedes, presentó el acto recordando que Pastoral Penitenciaria es  “la cenicienta de todas las pastorales” y enmarcó el acto en la concienciación a la comunidad cristiana, recordando que este grupo cuenta con catorce años de trayectoria, y mostrando una casa de cerámica recibida como regalo, realizada por una persona en prisión y entregada por Bidesari al grupo de pastoral getxotarra. José Gómez apostó por seguir “ayudando a la reinserción de las personas, en su segunda o tercera oportunidad, y desde aquí aportamos nuestro granito de arena”.
A continuación Óscar Jiménez, director de la asociación Bidesari de Pastoral Penitenciaria, recordó quién es Bidesari, a la que describió como “una gran familia” matizando que más a nivel cualitativo que cuantitativo, y cuya  misión es “desde una espiritualidad cristiana, responder a las necesidades cambiantes de las personas presas, trabajando su educación e incorporación social”. Jiménez repasó la intervención de Bidesari tanto dentro como fuera de la cárcel, con más de 400 personas atendidas dentro de la cárcel al año, a más de 145 personas semanalmente con intervenciones psicoeducativas, o la de las cincuenta personas que residen al año en los pisos de la asociación. Una tarea realizada con las más de cuarenta personas voluntarias que colaboran con Bidesari.
Por su parte, una persona de la Pastoral Penitenciaria de la parroquia recordó que un total de 26 personas son donantes con cantidades que oscilan de los 30 a los 1.300 euros, y que esperan acabar este año recogiendo en torno a 18.000 euros, dinero que “está orientado, no se difumina” en cubrir gastos concretos de los pisos de Bidesari.
Testimonios
El momento más emotivo del encuentro  lo pusieron los testimonios personales de Ignacio, miembro de la parroquia y voluntario de Bidesari desde este año, quien alabó la tarea de los jóvenes profesionales de la asociación y de los residentes “por su gran valor a someterse a una terapia tan exigente”, y destacó que si va contento “vuelvo más contento aún, porque recibo más que lo que doy y estoy agradecido por ello”. Luego Richard, residente en los pisos, aseguró que “tener un apoyo en prisión es clave para poder cambiar de vida” y que en Bidesari encontró “un espacio de ayuda donde me sentía escuchado, algo de agradecer en prisión” y que le impactó “descubrir que hay personas que lo dan todo a cambio de nada” por los voluntarios de pastoral.
También Agustín, otro residente en los pisos, aseguró que Bidesari le ha “enseñado a cambiar mi estilo de vida” y que estar con los voluntarios “es como tener una familia”. Agustín también agradeció de corazón la tarea a las personas que van a hacer oración a la cárcel, señalando a una de las mujeres que se encontraba en la cripta de la parroquia. Sin quererlo la aludida, María Luisa, aportó un cuarto testimonio desde su tarea semanal de orar en la cárcel y recordando que Dios está con las personas que sufren, “y en la cárcel hay mucho sufrimiento” destacando que estaba encantada con su labor en la cácel. Un encuentro cálido y en el que quedó en el aire el intento de dar un mayor respaldo a la Pastoral Penitenciaria en la comunidad cristiana.