“El tiempo de Adviento –dice el obispo en su mensaje a la Diócesis para este mes de diciembre- nos hace exclamar con el Salmista: ‘levanto mis ojos a los montes, de dónde me vendrá el auxilio…’ (cfr. Sal 120). El tiempo de Adviento nos posiciona ante la realidad. Es verdad que mucho podemos hacer, pero también es verdad que todo nos supera, que en el fondo Alguien más allá de las fuerzas humanas, que siempre son limitadas, es Quien tiene capacidad de recrear las cosas y hacer retroceder la noche para que la luz y la vida disipen las tinieblas de la oscuridad y la muerte. Continúa el salmo: “… el auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra”.
“Por eso, -prosigue en su texto Mons. Iceta- el tiempo de Adviento es tiempo de alzar los ojos, de abrir la mirada, de disponer la vida para recibir el don de Dios que se hará carne, Niño humilde e inerme en un pesebre, en una pequeña aldea, en un país lejano. El tiempo de Adviento es tiempo de volver a desear a lo grande, no de pequeñas cosas que pasan y ya no existirán, o de pequeños deseos cumplidos que son como bengalas que resplandecen pero que, chisporroteando, pronto se apagan. En el Adviento debemos desempolvar los deseos más profundos del corazón y devolverles las palpitaciones que realmente nos hacen humanos. En el fondo, se trata de revivir el deseo de Dios, que encierra todos los demás deseos de felicidad, amor, paz, afecto, comunión, gozo, eternidad”.
Otros actos
Además, el fin de semana comenzó con la conmemoración del 25 aniversario de la Fundación Lagungo, el viernes por la tarde. “Queremos entendernos –resaltan desde- como parte de una comunidad solidaria, familia de familias, en la que nos responsabilizamos y cuidamos unos de otros y os sostenemos mutuamente. Ante la enorme y compleja tarea de vivir con dignidad y sentido, ante la dura realidad, el alivio de sentir que no estamos solos”. Este ha sido el compromiso diocesano a través de Lagungo durante estos 25 años. En el acto de aniversario se tuvo un agradecido recuerdo al presbítero Javier Badiola y a todos “quienes hicieron posible esta aventura”.
El sábado tuvo lugar la asamblea anual de la asociación Astintze, en Derio, que en esta ocasión contó con la participación del obispo emérito de San Sebastián, Mons. Juan Mª Uriarte, así como de José Ángel Ubieta, formador en el seminario durante muchos años y de los presbíteros José Mª Bustinza y Jokin Perea. En la asamblea se revisaron las actividades del año y se propusieron las del próximo y Mons. Uriarte presidió la Eucaristía por los difuntos de la asociación en la capilla del Seminario Menor.
También el sábado, a lo largo de toda la jornada, alrededor de una treintena de jóvenes de Euskalerriko Eskautak Bizkaia (EEB), EKO-ACG y de la JOC participaron en el retiro de Adviento, en la sede de Barria, en la Plaza nUeva, dinamizado conjuntamente por la Delegación de Anuncio y Catequesis (DAC) y EEB. Partiendo del lema diocesano «Grita por la justicia. Garrasi egin, gartsu ekin» comenzaron la jornada “intentando ver y acercarnos a situaciones de injusticia en la que somos participes en nuestro día a día y también, descubrir aquello a lo que Aita Dios nos llama a hacer a cada uno de nosotros. Fue un momento para compartir, orar y gritar por todas las realidades de injusticia de nuestra vida y de nuestro alrededor. ‘Este pobre gritó y el Señor le escucho’».
Los jóvenes se reunieron en Barria y los adultos en la casa de Ejercicios de Begoña. EKO ACG (Acción Católica General), junto a HOAC celebraron su retiro de Adviento con el mismo lema «Grita por la justicia». Acompañó en la oración la religiosa Blanca Esther Iriarte «De su mano -explica Josema Incierte presidente de EKO ACG- pedimos a Jesús mas conocimiento interno de su persona para mas amarle y seguirle y también que la Esperanza no sea sólo algo del Adviento sino una actitud en nuestras vidas».
Y, por último, este fin de semana se ha inaugurado la temporada de belenes y el Museo de Arte Sacro ha iniciado sus actividades navideñas.
