La inteligencia al servicio de los demás

La docencia tiene un papel fundamental en el cambio de paradigma. Para poder innovar en las aulas los primeros que tienen que cambiar de chip son los docentes. Tienen que ver al escolar desde otra perspectiva porque se convierte en sujeto del aprendizaje. Ya no es el gurú del conocimiento sino un facilitador, es un animador que ayuda al estudiante a desarrollar sus capacidades.
¿Son más importantes las nuevas tecnologías o los nuevos modos de hacer?
Lo fundamental es que ese cambio nos lleve a utilizar esas nuevas posibilidades que los recursos nos ofrecen. Pero nos podemos encontrar con estos recursos pero dando una clase decimonónica. Por lo tanto, lo importante es cambiar el paradigma que cada cual tenemos detrás de esos recursos.
¿Están nuestras estructuras educativas suficientemente preparadas?
Vivimos un momento de entusiasmo de ganas de necesidad del cambio. Falta formación pero yo apuesto por invertir formando a los formadores. Se está notando la necesidad de formar a los docentes de la escuela del futuro. Psicológicamente el cambio supone enfrentarnos al abismo, dejar nuestras seguridades. Repetimos el modelo que conocemos porque es con el que hemos entrenado. En definitiva, vemos a nuestros alumnos más preparados que a nosotros y eso nos asusta. Pero debemos tener claro que nos estamos lanzando a un terreno que nos funcionará infinitamente mejor que el que abandonamos.
¿Qué conexión hay entre la educación cristiana y la educación en inteligencias múltiples?
Para nosotros es esencial porque eso impregna todo nuestro proyecto educativo. Sobre todo si trabajamos en y para la inteligencia, tenemos que educar en valores. Queremos unos alumnos que sean inteligentes pero ¿al servicio de quién? y ¿tomando como modelo a quién?. Para nosotros ser un colegio religioso nos anima a tirar adelante con este proyecto porque miramos a todos los niños con la mirada que los dignifica en profundidad.
Esa mirada de creer en el niño o en la niña es fundamental para que la innovación funcione. Solo lo afectivo es efectivo. La inteligencia tiene sentido cuando está al servicio de los demás y sólo así podemos transformar nuestro mundo.