La parroquia de Birjinetxe celebra sus Bodas de Plata

La iglesia se llama Birjinetxe porque en una de las guerras carlistas, en 1876, –explican desde la parroquia- hubo peligro de que se quemara la imagen de la virgen de Begoña y el mayordomo de la basílica la custodió en su caserío para llevarla posteriormente al convento de los carmelitas de Larrea. Al caserio, tras la estancia de la imagen lo llamaron Birjinetxe, -casa de la virgen- y así quedó en el recuerdo y tradición. Desde su inauguración, el nuevo templo empezó a llamarse Birjinetxe y tiene una réplica de la imagen de Begoña en su presbiterio.
En 1950, se creó la Diócesis de Bilbao y en 1955, el obispo, Mons. Casimiro Morcillo, erigió la parroquia de Ntra. Sra. de la Anunciación –Birjinetxe- pero fue solo de nombre porque aún no tenía local ni había apenas feligreses.
Los inicios de Birjinetxe y el barrio de Txurdinaga van unidos. En los años 70, entre los barrios de Begoña y Otxarkoaga se fue edificando mucho y se formó el barrio de Txurdinaga. En 1977, comenzaron los servicios religiosos en la capilla de las Adoratrices, que funcionaba -para los efectos- como parroquia y que también será homenajeada este año “por el gran servicio que prestó”, explica Rafa Sáez, actual párroco de Birjinetxe. En 1984, ya se utilizaban libros de registros sacramentales de este sector.
El 11 de mayo de 1991, el obispo diocesano de entonces, Mons. Luis María de Larrea y Legarreta, inauguró el nuevo templo en los bajos de una casa, en la calle Txomin Garat, 20.
En Txurdinaga, además, existe un centro pastoral “Bake Tokia”, en la calle Ondarroa separado de Birjinetxe por el parque Europa, que divide el barrio.