La Fundación Lagungo ha presentado la Memoria de actividades relativas al 2013. Se trata, tal y como titulan en la publicación, de una historia llena de historias de vida de las personas a las que han atendido. “Lo cierto es que, intentamos que cada persona encuentre sus capacidades interiores para dar salida a los conflictos con serenidad y poder, de este modo, vivir más dignamente”, explica una de las psicólogas del equipo, Arantza Muñoz.
En el informe que han realizado detectan problemas de comunicación, carencias y desajustes en los proyectos de vida de las parejas, “rupturas conflictivas que afectan al bienestar de los hijos e hijas” y apuntan algunas realidades emergentes. “El desarraigo y la desestructuración familiar que viven las personas emigrantes y los conflictos intergeneracionales”, son cada vez mas frecuentes en sus intervenciones.
Durante el año pasado han atendido a casi 90 personas más que el anterior, pero para Jon Elordui, director del centro familiar eso no significa que la situación haya empeorado sino que, «cada vez hay más conciencia de que hay que mejorar las relaciones afectivas y emocionales». Las personas que acuden a Lagungo «son valientes» porque son capaces de reconocer su situación, apunta Arantza.
Formación, acompañamiento y prevención
Además de la atención a las familias Lagungo ofrece programas de formación en colaboración con diversos ámbitos diocesanos (área de pastoral familiar, salud o Cáritas) y otras entidades sociales. Unas 800 personas confiaron en sus programas de formación durante el año pasado. La comunicación en la familia, la gestión de las emociones o la parentalidad positiva son algunos de los programas que se han realizado. “Actualmente estamos realizando cursos de interioridad y de gestión de emociones con los docentes de manera que repercuta positivamente en la relación con el alumnado”, explican.
Los números dan cuenta del trabajo realizado durante este último año, pero más allá de las cifras la labor de Lagungo se centra en apoyar y brindar una respuesta válida a los problemas familiares y a la repercusión que tienen en la vida personal de cada uno de sus miembros.
17.10.2014
Lagungo: una historia llena de historias
El centro de Orientación Familiar Diocesano, Lagungo, cumplirá 25 años el 2015. Desde su observatorio de las cuestiones relacionadas con las familias, el servicio ha acompañado a más de 745 personas durante el año pasado. Entre sus casos han atendido realidades de familias afectadas por la crisis que sufren situaciones de desestructuración, pobreza e inmigración o han ayudado a personas en su duelo por separación o pérdida de seres queridos.
