Los convocantes de los Círculos, inciden en que seguimos asistiendo con dolor al drama, que se repite cada día, de tantas personas que buscan un futuro mejor y que por migrar son perseguidas, engañadas, deportadas, asesinadas en el mar. «Personas que caminan por nuestras calles y duermen a la intemperie sin techo, sin padrón, sin trabajo, sin amigos, con frío y sueños congelados por nuestra indiferencia y una legislación que no ofrece oportunidades».
Este mes de noviembre quieren mostrar esperanza y continuar luchando por un mundo más justo. «Especialmente -dicen- queremos intensificar nuestro apoyo a aquellas personas convertidas en víctimas, intentando cruzar nuestras fronteras y denunciando el agravamiento del drama que vive la frontera Sur europea».
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, en lo que llevamos de año se contabilizan 2.375 personas migrantes muertas y desaparecidas intentando atravesar el Mediterráneo (la mayor fosa común del mundo) y en su ruta hacia Europa. Son cifras que golpean nuestra conciencia. «Como ejemplo de esta intolerable situación, tenemos de nuevo presentes los graves sucesos ocurridos en la valla de Melilla en el mes de junio, en los murieron 37 personas según las organizaciones de derechos humanos, además de cientos que resultaron heridas. Las nuevas imágenes e informaciones conocidas recientemente ponen más en duda, si cabe, la versión oficial y reflejan una brutalidad y un desprecio por la vida y la integridad de las personas que nos causan profunda indignación y nos llevan a exigir justicia».
En noviembre, además, quieren recordar las recientes movilizaciones con motivo del 25-N, Día Mundial contra la Violencia de Género. «Denunciamos hoy especialmente la violencia que sufren las mujeres y niñas migrantes. Aunque la violencia machista, en sus diversas formas, se extiende por el conjunto de la sociedad, las mujeres migrantes son más vulnerables y sufren más esta violencia, quedando en su caso a menudo oculta o invisibilizada».
La “condición migrante” -con el riesgo de estar o caer en situación administrativa irregular, la mayor vulnerabilidad económica, menos redes de apoyo familiar y social, la estigmatización, etc.- agrava la inseguridad en la vida de las personas migrantes en general y de las mujeres en particular. Sin olvidar las condiciones especialmente graves que sufren las mujeres migrantes tanto en las rutas migratorias como en los campos de personas refugiadas y desplazadas.
