La religiosa de origen Canario de la Sociedad del Sagrado Corazón, Patricia Hevia, es una de las destinatarias del mensaje de este año del Papa dirigido a la Vida Consagrada. Francisco se dirige, sobre todo, a los jóvenes y les solicita que estén “en vigilante vela” ante los horizontes de la vida y el momento presente.
Vive en comunidad con otras cinco hermanas en un piso de Bilbao. Trabaja en un centro para personas drogodependientes y en riesgo de exclusión social “donde puedo vivir la experiencia del corazón abierto y vulnerable de Jesús”. La Fundación donde trabaja es laica, pero ella le encuentra todo el sentido, porque le permite compartir “desde mi experiencia de fe y otros, desde la experiencia humana de tender la mano al que más lo necesita”. No todos los usuarios del centro saben que es religiosa “aunque algunos me lo han preguntado en alguna ocasión”.
Pastoral
Patricia colabora en Magis-Bilbao, un lugar donde los universitarios comparten su fe en clave ignaciana. “Hay cinco grupos de jóvenes desde los 18 hasta los 30 años. Nos juntamos todos los miércoles y realizamos diversas actividades”. Muchos de éstos jóvenes se preguntan por cuál es su lugar en el mundo o cómo pueden ser más felices desplegando sus capacidades. “La pregunta vocacional también está en el itinerario formativo que realizan”, explica Patricia.
01.02.2017
Patricia Hevia, una religiosa ejerciendo de enfermera
Mañana, alrededor de 2.000 religiosas y religiosos de la Diócesis celebrarán su Día. Con este motivo, el obispo de Bilbao presidirá una eucaristía en la Residencia de los Jesuitas a las siete de la tarde. La vida consagrada en Bizkaia ofrece una imagen muy diversa. Patricia Hevia es una muestra de ello, ya que vive en una comunidad del Sagrado Corazón y trabaja como enfermera en la Fundación Etorkintza. El número de febrero de la revista Alkarren Barri-Comunicación recoge el testimonio de la religiosa.
Patricia Hevia.
