Se decía que esas velas tenían una fuerza particular y, por tanto, se utilizaban cuando los moradores de la casa necesitaban protección en casos de tormenta y de apariciones de almas. En esos casos, se encendía la vela para ahuyentar lo negativo. Cuando fallecía algún familiar, se velaba al difunto durante toda la noche y era imprescindible encender esas velas bendecidas. Posteriormente, se prendían cada domingo sobre la lápida de la iglesia que correspondía al difunto. Desde el día de la Candelaria hasta la finalización del carnaval, en muchas casas se preparaban tostadas, tanto de pan como de harina y leche. El día de la candelaria los niños y niñas solían ir de casa en casa cantando y pidiendo.
Esto es lo que cantaban: “Kandelerio lerio, hatxari ura dario, sagarrari madari, eutsi Peru adarrari”. En Gernika-Lumo todavía mantienen la tradición y hoy, los niños y niñas recorrerán las calles portando una vela y cantando la tradicional melodía. Antes, en la misa de las 19 horas que se celebrará en la parroquia de Andra Mari se bendecirán las velas.
02.02.2017
Tradiciones ligadas al día de la Candelaria
Cuarenta días después de la Natividad, el 2 de febrero, se celebra la fiesta de la purificación de la Virgen. Tal día como hoy, se llevaban a la iglesia las velas para bendecirlas y posteriormente se guardaban en casa durante todo el año. Se utilizaban en ocasiones especiales.
