Tres “T” como derechos sagrados: techo, tierra, trabajo

“La Misión: Misericordia en encuentro” es el título de la conferencia de Torres, quien comenzó refiriéndose al contexto de celebración de la jornada: el 50 aniversario del Decreto Ad Gentes “con lo que esto supuso –dijo- de impulso misionero en la Iglesia; y el liderazgo eclesial del papa Francisco retándonos a salir a las periferias (EG) y ser sembradores y sembradoras de cambios, acompañando procesos, fomentando la cultura del cuidado y del encuentro y urgiéndonos a comprometeros con las tres t como derechos sagrados: techo, tierra, trabajo”.
Un contexto que nos lleva también a las puertas de la celebración del año de la Misericordia. Torres habló de la misericordia desde una perspectiva bíblica y de la Misión como “pasión por la misericordia de Dios”. Su intervención –de la que a continuación entresacamos algunas de las frases pronunciadas por ella- fue seguida con sumo interés por parte del grupo asistente. La ponente dijo que “la misericordia es lo que nos hace más humanos, más personas” y resaltó, así mismo que “la fe y la práctica de la misericordia son dos caras de la misma moneda y que la misericordia es una reacción ante el dolor ajeno, que lleva al que la experimenta a ponerse en el lugar de quien la sufre”.
Tras su intervención, hubo un tiempo de trabajo por grupos y posterior puesta en común, en la que surgieron numerosas cuestiones, como la importancia del acercamiento a otras culturas, o el interrogante ¿cómo salir al encuentro?, el reto de la diversidad cultural y el de “conocer la realidad acercándonos desde la humanidad y con cariño”.
Norte-Sur
La sesión de tarde comenzó con las experiencias de verano contadas por sus protagonistas. El grupo de jóvenes que han participado en el curso Norte-Sur y que han culminado el curso en Ecuador, a lo largo de los meses de julio y agosto, escenificaron y explicaron con entusiasmo sus vivencias, ilusiones y proyectos tras la vuelta.
La intervención del director nacional de OMP, Anastasio Gil, clausuró el encuentro. Gil comenzó diciendo que había “gozado mucho» escuchando a estos jóvenes. Habló de los desafío del Decreto Ad Gentes, a los 50 años de ser publicado, el mejor documento –a su juicio- del Concilio Vaticano II “el que más votos positivos y aprobatorios  tuvo”. Gil animó a vivir la invitación del Papa “a estar en la calle». El rito de acogida –dijo- «lo tenemos muy asumido, pero hay que salir”. Finalizó con cariñosas palabras para “el gran valor de los misioneros” y dijo que “lo específico de nuestra tarea misionera es anunciar a Jesucristo”. La jornada concluyó con la celebración de una Eucaristía presidida por él.