Ya han llegado «Las Voces del Sur”

En un principio, estaba previsto que el grupo de “Voces del Sur” fuese más numeroso, pero problemas de última hora han impedido que las personas procedentes de R.D. Congo se trasladaran hasta aquí y serán estas dos religiosas Marianitas las responsables de acompañar la campaña en Bizkaia, Gipuzkoa y Alava.
Consuelo Pillajo, Marianita, ecuatoriana de Quito, lleva 10 años trabajando en Kenia. “Este compartir –dice- es algo nuevo para mí, conozco algunas personas y parroquias y sé que se da apertura para compartir nuestra vivencia en tierras africanas y sentir que tenemos hermanos que nos apoyan desde aquí. Este mes es muestro tiempo de descanso, físico y espiritual, momento de tomar fuerzas para seguir con la misión”.
Matilde Rivera, Marianita, también ecuatoriana, lleva 37 años en la congregación, de los que 19 han transcurrido en África, 5 de ellos en Kenia. “La experiencia misionera para mí –explica- es una gracia de Dios, porque es el camino que Dios me muestra para seguirlo y compartir con mis hermanos, experiencia de la que yo he salido beneficiada”.
Dice que viene con mucho ánimo a esta experiencia con Misiones Diocesanas y “ganas de dejar que Dios haga su obra a través nuestro. Lo veo como un momento privilegiado porque estamos en Cuaresma. Disponible para dejarle hacer, para esperar cada día las sorpresas de Dios”.
Matilde resalta que también viene con mucha ilusión, porque después de la campaña harán un retiro en Loyola, ya que en la misión están muy alejadas y esto les ayuda a recuperar energías y fuerzas vitales en el Espíritu. “Importante dejar todo, dejar de preocuparse en cómo estarán allá y confiar en las que quedaron allá y en Dios”.
Expectativas
Matilde explica que quiere aprender de aquí la experiencia de la gente, “porque una ya no tiene muchas opciones, estamos muy alejadas de este mundo y necesito actualizarme en la vida espiritual, compartir con la gente. Espero que el compartir experiencias de aquí y allá me va a ayudar muchísimo. Motivarnos mutuamente para seguir en esta tarea misionera. Entablar relaciones de amistad misioneras de aquí y misioneras de allá”.
Y Consuelo quiere conocer a toda la gente de Misiones Diocesanas, “el año pasado participe en la clausura y quiero conocer más. También aprender como ustedes llegan a la gente, para esto de la colaboración, dependemos mucho de ustedes y quiero conocer la vida de Misiones Diocesanas Vascas. Las hermanas que quedaron, están rezando bastante porque les hemos dicho que estamos de misiones, compartiendo con ustedes. Motivar para que continúe el apoyo que nos están dando. Esperan también la visita de las voluntarias”.