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20.05.2014

“Hay que eliminar el sufrimiento de la persona, no a la persona que sufre”

El próximo domingo, día 25, la Diócesis celebrará la Pascua del Enfermo. Con este motivo, el periodista Javi Atxa, entrevistó al Dr. Batiz, jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios, de Santurtzi,  tras la charla organizada por Cáritas Txorierri. Batiz recalcó la importancia de la caricia y el contacto directo con la persona enferma, asegurando que “nuestra compañía es el mejor medicamento; no necesita receta ni tiene contraindicaciones”.

¿Cómo se puede cuidar desde las caricias?
El cariño, a veces, lo manifestamos a través de nuestras manos, de nuestro tacto, de nuestra sonrisa, de nuestra mirada… en fin: sin palabras.
En cuidados paliativos; ¿hasta dónde llega la medicina y hasta dónde la parte más humana?
La medicina en cuidados paliativos no solamente llega hasta el final, hasta que fallece el paciente, sino que nosotros seguimos trabajando con las familias incluso después de su muerte. La parte médica no la contemplamos exclusivamente desde el órgano físico, sino además de otras necesidades que tiene el paciente como son las emocionales, sociales y espirituales. Por lo tanto, tenemos mucho que hacer aunque la medicina, la ciencia médica, no pueda resolver la enfermedad.
En general, ¿cree que está el cuerpo médico preparado para afrontar el duelo o la muerte?
No, hace falta prepararse para ello y en eso estamos. En nuestro propio hospital hemos hecho una alianza con la facultad de medicina para dedicarnos a formar a los profesionales de la Comunidad Autónoma Vasca, y estamos trabajando en un Master de Atención Integral en Cuidados Paliativos. Precisamente con este objetivo: para que los pacientes que lo necesiten tengan unos profesionales bien formados.
Vd. Ha dicho que “el tratamiento del dolor no es una cuestión opcional, sino un imperativo ético”
Efectivamente, no depende de cómo vayamos al hospital, si vamos contentos o no, para tratar bien el dolor del paciente, sino que, estemos como estemos a nivel personal, el paciente tiene derecho a ser tratado del dolor y nosotros tenemos la obligación de hacerlo.
Aunque no lo diga ninguna ley, el enfermo tiene derecho a no sufrir.
Por supuesto que sí, si él no quiere sufrir. Si él quisiera sufrir y transformar ese sufrimiento en algo, nosotros también se lo permitiremos. Pero lo que no debemos hacer nunca es imponerles que sufran porque nosotros queremos que sufran y no queremos aliviar el dolor. Aparte tenemos que diferenciar entre sufrimiento y dolor; se puede tener dolor y no sufrir (un dolor de muelas sabemos qué es y no nos hace sufrir nada más que físicamente) pero cuando tenemos un dolor aunque no sea muy intenso, si no sabemos por qué es el dolor y sospechamos que puede ser por algo malo, nos hace sufrir mucho más que un dolor agudo.
El dolor al final de la vida ha generado debates difíciles.
Por supuesto, entendemos que nosotros tenemos que aliviar el dolor, aliviar el sufrimiento y eso es lo que hacemos en cuidados paliativos. Lo que no tenemos que hacer es eliminar a la persona que sufre, sino que tenemos que eliminar el sufrimiento de la persona.