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Bizkeliza 5 Portada 5 “La familia es el elemento central en la educación de un joven”
15.02.2007

“La familia es el elemento central en la educación de un joven”

Ante un salón de actos repleto de gente de todas las edades, el psicólogo José David Urchaga trató ayer la cuestión de la crisis de la transmisión de valores hacia los jóvenes en la tercera jornada de conferencias “Nuevos tiempos nuevos retos” organizadas por el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP). El título escogido en esta ocasión fue “nuevos valores, nueva juventud”.

En un tono muy cercano, el ponente sentó las bases de una reinterpretación de las causas del descenso de la religiosidad juvenil comenzando por puntualizar que “hoy en día ya no se habla de juventud en general, sino de diferentes jóvenes católicos”. Así, explicó que se encuentran los jóvenes eclesiales (practicantes y que creen en la Iglesia) , los terrenales (más críticos con la Iglesia y centrados en sus amigos) y los no eclesiales que, en clave de humor, eran definidos por el conferenciante como “los que pasan de todo”.

Rompiendo tópicos

Durante toda la charla el psicólogo quiso hacer hincapié en el hecho de que “muy contrariamente a lo que se dice continuamente, ni los obispos ni la sociedad en general tienen la culpa de que los jóvenes pierdan la religiosidad”. Puntualizó que, observando diversos estudios que se han realizado en diferentes países, la familia es la que más influye en las creencias del joven.

En este sentido, el conferenciante dio un paso más al admitir que la religiosidad es una aptitud y como tal tiene un componente de hacer y sentir cosas. Así se evidencia en el claro ejemplo que propuso. “Si hay una ausencia de un padre en el que confiar en la familia actual, es imposible que el joven vaya a confiar en un Dios Padre”.

Así mismo, dentro de los roles de la familia, el psicólogo admitió que los estudios habían demostrado que la persona que más transmite la religiosidad en el núcleo familiar es la madre porque “son ellas las que siempre y en todo momento muestran afectividad, respeto o reconocimiento público incondicional hacia los hijos”. A este respecto y haciendo un guiño a la gran cantidad de mujeres que llenaban el auditorio añadió: “y sólo hay que echar un vistazo a esta sala”.

Por otro lado, varias encuestas realizadas a universitarios confirmaban que la cantidad de jóvenes que se declaran creyentes (el 15%) son muy comprometidos. Sin embargo, el conferenciante apuntó que el problema de este sector es “que tienen miedo a demostrar su religiosidad”. Por eso, cree muy importante que se hable de la religión de modo natural para que no se convierta en un tabú.

En la etapa de la adolescencia, está muy arraigado el sentimiento grupal. A modo de ejemplo el ponente comentó: “cuando el Papa visita nuestro país la juventud está con él y todos los jóvenes están deseando hacer el Camino de Santiago pero luego se organiza una misa y la iglesia no se llena precisamente de gente joven”. Por lo tanto, en opinión de José David Urchaga, “el descenso de la religiosidad en los jóvenes de hoy en día, tiene que ver sobre todo con factores psicológicos y la solución se debe buscar precisamente en estos factores”.

José David Urchaga (iqda) junto al director de la Escuela de Magisterio