Tal y como anunciábamos en este mismo medio, el domingo, se inauguró el nuevo templo de San José Obrero de Elorrieta. La iglesia estuvo abarrotada, en la nave, el primer piso y hasta en la calle, con toda la gente del barrio y de los otros barrios de san Ignacio que no quisieron perderse el acontecimiento.
El Obispo “encomendó” el nuevo templo a la comunidad cristiana de Elorrieta: «así como el edificio –dijo- está en el centro del nuevo barrio, así la Iglesia: abierta y acogedora a todos, señalando con su presencia la existencia de unos valores, y una vida que mira hacia “arriba”; que en esa acogida no nos olvidáramos de los más necesitados de la comunidad: los pobres, los enfermos, los solos…, e indicó, también, que por ser de planta octogonal “teníamos que estar “abiertos a la esperanza” como era el signo distintivo de las iglesias de los primeros siglos”.
Como señal de que la comunidad aceptaba el reto, unos jóvenes de la catequesis ofrecieron: un cuaderno en blanco –ahora se empieza a escribir la vida comunitaria-, un micrófono –quieren expandir el estilo de Jesús por el barrio- y unos globos –quieren ser transmisores de alegría- mientras la “comunidad eclesial” ofrecía el pan y el vino y así futuro y presente de la comunidad cristiana se juntaban en el nuevo altar recién bendecido. Altar que ya recubierto con mantel, flores, vela y –lo más importante- pan y vino se convirtió en el lugar central para la primera misa del nuevo templo. Y así, a la 1 del mediodía del 7 de mayo del 2006 comenzó la historia de la nueva iglesia de san José Obrero de Elorrieta.
