«Después de haber tenido que suspender el encuentro la vez anterior por razones climatológicas, nos vuelve a suceder lo mismo», explica Marivi Freire apenada por tener que cambiar la actividad programada desde hace meses. Sin embargo, los txikis pondrán a la venta los materiales realizados por ellos mismos en sus respectivas parroquias y entregarán el dinero a Cáritas en el plazo de 10 días.