«Nos disponemos a celebrar un año más las fiestas de Navidad.
Son fiestas para compartir con la familia, con los amigos.
También son días de ajetreo, de compras, de regalos, de comidas
Pero no podemos quedarnos en lo periférico.
Tenemos que adentrarnos en el misterio que fundamenta estas fiestas.
En la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, Hijo de Dios.
Dios ha venido a nuestro encuentro tomando nuestra propia carne.
De este modo, nuestra vida adquiere una dimensión divina.
Se abre a un amor pleno y a la eternidad.
Hagamos un hueco en nuestra vida para encontrarnos con el Niño Jesús.
Que sea realmente Él el centro de estas fiestas.
Dios con nosotros, el Enmanuel es la fuente de donde brota el sentido de lo que celebramos.
Dios nacido en Belén nos abre a una esperanza verdadera y nos hace hermanos.
Celebramos estos días de alegría porque la noche ha sido vencida por la luz, el desencuentro por el amor, el cansancio por la esperanza, la muerte por la vida.
Si Jesús nos hace hermanos, no podemos olvidarnos de los más pequeños y débiles.
La esperanza de la Navidad debe extenderse a todos.
Por eso, compartamos nuestra vida y nuestros bienes con los más necesitados.
Jesús nacido en Belén es fuente de paz verdadera.
Nosotros, nuestra sociedad y el mundo entero desean y anhelan esta paz que Dios viene a traer al mundo.
Seamos también nosotros sembradores de una paz fundada en el amor, el perdón y la misericordia.
Que sepamos cuidar siempre de nuestras familias y amigos a quienes estos días queremos obsequiar.
Y que sepamos también cuidar de quienes necesitan de nuestro ayuda compartiendo nuestro afecto, nuestro tiempo y nuestros bienes.
Os deseo una feliz y santa Navidad. Que Dios os bendiga en el año nuevo que vamos a comenzar. Gabon Zoriontsua eta urte barri on!»
+ Mario Iceta Gabicagojeascoa