Para Nerea y Ane la experiencia en Senegal ha sido «fantástica» y han destacado la buena acogida que han tenido en todos los sitios que han visitado. «Nos hemos quedado con ganas de volver«, aseveran.
Dos de las integrantes de la asociación Euleuk, la que les ha brindado la oportunidad de viajar al país africano, son de Muxika. «Conocimos el proyecto a través de una presentación que se realizó en Gernika y como las dos queríamos vivir una experiencia solidaria nos animamos enseguida«.
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— Bilboko Elizbarrutia (@DiocesisBilbao) August 20, 2024
La asociación Euleuk
Está formada por seis mujeres que trabajan con gente local ya que consideran que, «una vez que los proyectos estén en marcha, nuestra intención es que las personas locales implicadas se comprometan a seguir adelante con ellos, sin nuestra ayuda».
Nerea y Ane señalan en la entrevista que, en cuanto llegaron a Dakar les recibieron con una furgoneta y les trasladaron hasta el lugar donde han estado hospedadas las personas que, junto con ellas, han participado como voluntarias.
Por las mañanas han acompañado a niños y niñas que residen en un orfanato. «Nos hemos encontrado con una situación mejor de la que esperábamos. Están bien atendidos. Disponen de comida, cunas y ropa. Son 28 niños y niñas repartidos en dos grupos. Eso sí, son demasiados para el número de cuidadores que tienen. Por lo tanto, nuestra mayor labor principal se ha centrado en atenderles y sacarles a la calle». Señalan que ofrecer amor a estas criaturas ha sido «una experiencia inolvidable«.
Por las tardes han atendido otros dos proyectos: en una escuela y un centro médico. Una experiencia que no olvidarán y que les ha dejado una gran huella. Subraya Nerea que ha «cumplido un sueño», porque ha recibido mucho más de lo que ha podido ofrecer.