La festividad de San Blas es una fecha señalada en el folklore religioso invernal. Así lo recoge el Atlas Etnográfico de Vasconia. Es un día para bendecir cordones, pero también los alimentos. Según las creencias populares, preservan o curan los males de garganta. Por la misma motivación, se procede a bendecir los hilos o cordones de San Blas, que luego se llevan durante nueve días en el cuello, para después quemarlos.
Los alimentos que, el 3 de febrero, se llevaban a bendecir eran generalmente frutos secos, chocolate, galletas y caramelos, sobre todo de malvavisco. En tiempos más antiguos se bendecían también ingredientes de la alimentación ordinaria como agua, sal, azúcar o miel así como los animales domésticos y las semillas para la siembra.