

Además, en el encuentro de Urkiola, se presentó a Manuel Heredia, nuevo delegado de Misiones de Bilbao, desde comienzos de año. Heredia, en su intervención, habló de «recoger el testigo» de tantas personas que han trabajado en la misión durante muchos años y apeló a ser «colaboradores cercanos». La familia misionera -dijo «tiene que ser un apoyo fundamental para contagiar del espíritu misionero para llevar el mensaje donde más se necesite».
Los misioneros Juan Mari Bautista, Xabier Goicouria, José Antonio Chavarri, Juanra Etxebarria, Ramón Díaz Guardamino y Juantxo Dones, enviaron mensajes de saludo grabados desde Ecuador, RD Congo y Etiopía.
Juan Mari Bautista se despidió con «abrazos largos como el mar que nos separa».
El misionero capuchino Txarli Azcona, que durante estos meses permanece en el País Vasco, habló de la difícil situación que se está viviendo en estos momentos en Ecuador y de la violación constante de derechos fundamentales «la presencia misionera -dijo- es fundamental». Indignación, resistencia, alegría y esperanza, fueron las cuatro palabras con las que Azcona condensó su intervención.
En el acto, también se recordó a los misioneros y misioneras fallecidos en los últimos meses.
Tras la primera parte del encuentro, se celebró una eucaristía en el santuario, presidida por el obispo de Bilbao, Joseba Segura. La comida en Lagunetxe puso el broche final a la jornada.