Cada año, la iniciativa de lectura continuada de clásicos que organiza el euskaltegi Bilbo Zaharra reúne a cientos de lectores en el Teatro Arriaga. Cada participante lee un breve fragmento de un libro escrito en euskera, cuya lectura se prolonga ininterrumpidamente. La lectura elegida este año es el libro «Ipui Onac» de Bizenta Mogel, con el objetivo de rememorar a la primera mujer que publicó un libro en euskera.
El obispo de Bilbao, ha tomado parte en la iniciativa esta mañana. El director de las emisoras diocesanas Radio Popular y Bizkaia Irratia, Javi Onaindia y la directora de Labayru Fundazioa, Igone Etxebarria, han leído también algunos fragmentos de la obra. Se han sumado además a la iniciativa euskaltzales activos en las parroquias de Bizkaia como Joxin Etxezarreta o Anton Mari Aldekoa-Otalora.
Klasikoen irakurketa jarraituan Bilboko gotzaina eta elizbarrutiko parrokietako eta erakundeetako euskaltzale eta ordezkariak @bilbozaharra @labayrufundazio @BizkaiaIrratia @RadioPopular @JoxinEtxe @deusto https://t.co/TCAridOOuv pic.twitter.com/GMadPiE8um
— Bilboko Elizbarrutia (@DiocesisBilbao) June 5, 2025
Bizenta Mogel y Markina
Bizenta Mogel Elgezabal (Azkoitia 1782-Abando 1854) fue una pionera activista cultural. Aunque nació en Azkoitia, creció en Markina, a donde su familia se mudó al fallecer el padre. Allí vivió hasta 1817. Bizenta recibió su formación educativa de su tío, el sacerdote y escritor Juan Antonio Mogel. Este le enseñó latín y la animó al cultivo de la literatura.
Su tío fue una figura relevante de la intelectualidad vasca del siglo XIX. Realizó diversos estudios sobre el origen de la lengua vasca y su relación con otras lenguas prerrománicas y románicas. Realizó diversas obras en euskera y en castellano. Entre ellas destaca Peru Abarca que se puede considerar la primera novela escrita en euskera. Está considerado, junto con Pedro Antonio Añibarro, como el padre de la literatura en bizkaiera.
Su sobrina Bizenta, además de publicar ‘Ipui onac’, escribió varias series de bertsos. Ejerció como profesora en la Sociedad de Amigos del País; se casó con Eugenio Basozabal y murió en Abando en 1854.