En este Día del Euskera, la publicación accesible de esta Memoria Cultural permite a la sociedad vizcaína conocer en profundidad el compromiso histórico y vivo de la diócesis de Bilbao como agente activo en la promoción de la lengua vasca.
La Memoria Cultural documenta cómo la Iglesia de Bizkaia ha mantenido viva la lengua incluso en tiempos en los que su uso público era limitado.
Desde mediados del siglo XX, promovió su empleo en la liturgia, la catequesis y la comunicación pastoral, especialmente en las zonas rurales donde el euskera era la lengua cotidiana. Este compromiso histórico se refleja en la creación de instituciones como el Instituto Diocesano Estanislao J. de Labayru (1977), que desde sus inicios se dedicó a la investigación y enseñanza del euskera, así como a la recopilación del patrimonio cultural vasco.
Una visión de futuro
La Memoria Cultural subraya que la Diócesis afronta el reto de la diversidad cultural y la secularización con una visión integradora. Lejos de ver el euskera como un elemento de exclusión, lo entiende como “un patrimonio espiritual que enriquece a toda la comunidad”. Se promueve una “comunión en la diversidad”, donde la identidad vasca dialogue con otras lenguas y culturas, especialmente ante la llegada de personas migrantes.
Iniciativas como el Primer Decálogo Ético para el Uso de la Inteligencia Artificial en los Medios, impulsado por la diócesis, muestran cómo la apuesta por el euskera se combina con la innovación y la ética.
Reconocimiento y proyección
Con motivo de la celebración del Día del Euskera, es importante reconocer el papel fundamental que la Iglesia en Bizkaia ha desempeñado, y sigue desempeñando, en la preservación, normalización y difusión del euskera. Desde hace décadas, la diócesis de Bilbao ha integrado el euskera en su labor pastoral, educativa, cultural y mediática, convirtiéndose en un agente clave para su vitalidad.







