La idea de confeccionar ropa litúrgica surgió de la preparación de un hermano novicio en el manejo de maquinaria específica, por lo que se decidieron a comprar algunas máquinas. “Se confeccionaban mochilas y otros elementos personalizados para la venta en la tienda y con el cierre de la hospedería, por las medidas a raíz del confinamiento, -explican- nos centramos en esta idea”. Quien se ocupa del diseño y de la materialización de las ropas litúrgicas es el monje costarricense Luis Martín Pizarro. Hasta ese momento, junto al albergue para peregrinos, la hospedería monástica siempre había sido su fuente principal de ingresos, además del obrador de dulces, que se venden en la tienda.
Ropa personalizada
La primera acción informativa que realizaron fue comunicando en Facebook y a los contactos de whatsapp la posibilidad de realizar diferentes confecciones litúrgicas ‘personalizadas’, en tamaño, textura, color, diseño… “Hubo –dicen- una respuesta desbordante. Existen pedidos acumulados que tardamos semanas en poder responder”, llegados desde países de América, a diferentes puntos de España, principalmente Andalucía. Cada vez se abre el abanico de confecciones: casullas, paños cubre atriles, albas monásticas (muy demandadas), manteles, estolas, etc.”. La posibilidad de personalizar la confección resulta la clave del éxito, explican “tamaños, texturas de la ropa, diseños de letras o dibujos… es lo que proporciona el carácter personalizado”. Actualmente buscan fabricantes de telas naturales, demandadas en los últimos pedidos.
Aunque han comenzado esta actividad con muchísima ilusión y encargos que prácticamente les desbordan los monjes explican que la principal misión del monje cisterciense es la acogida, bien a los peregrinos del Camino de Santiago o a los huéspedes que vienen para hacer sus retiros. “El taller de confección de ropa litúrgica siempre será algo complementario”.