¿Qué labor vas a desarrollar allí?
Según el acuerdo firmado en mayo, me voy a dedicar todo este curso a aprender la lengua (o las lenguas) que voy a necesitar allí como misionero; principalmente el amárico, que es bastante complicado. Desde el verano próximo iré, en principio, como párroco a acompañar y atender una comunidad rural. Es pronto para saber con más precisión la labor que voy a desarrollar allí, cuando esté sobre el terreno tendré más idea de lo que hace falta. Pero, en todo caso, las necesidades son muchas.
¿Cuál es tu motivación para decidirte a ir a misiones?
Cuando a mis 22 años dejé todo para ser sacerdote, lo que tenía en mente eran las misiones. Entré en una congregación religiosa en la que durante 18 años, por distintas circunstancias, no me dediqué a eso, salvo alguna experiencia puntual muy breve. Dejé dicha congregación y, a inicios de esta década, me incorporé a la Diócesis de Bilbao, donde he trabajado a la vez que discernía esta vocación. Tras viajar a varios lugares donde hay misiones (incluido Ecuador, donde hay misioneros de nuestra diócesis), estando en Etiopía en 2017, sentí ese mismo llamado de los 22 años. Y tras hablarlo con unos y otros, haciendo el debido contraste, pedí al Obispo esta posibilidad.
¿Y cuáles son tus expectativas?
Ante todo, quiero seguir a Cristo, busco cultivar esa semilla de la vocación misionera que creo que Él ha puesto en mí. Y quiero hacerlo como Él me pide, desprendiéndome de toda una serie de seguridades y comodidades, y acudiendo adonde Él me llama.
¿Cómo te sientes ante esta nueva etapa de tu vida?
Después de tiempo arreglando todo para poder ir enviado por mi diócesis, debo reconocer que siento algo de vértigo: aprender un idioma difícil con casi cincuenta años, adaptarme a una nueva forma de vida, conocer nuevas personas con otras formas de vivir y pensar, ponerme a hacer algo en lo que apenas tengo experiencia… Por otra parte, puede que incluso estas actitudes sean de ayuda, al menos para vivir la nueva etapa con humildad, sin pretender que llego sabiéndolo todo.
¿Te has puesto plazo?
Yo no. El acuerdo de envío misionero, que han firmado nuestro obispo y el obispo del lugar de destino, establece un periodo de un año renovable automáticamente y no pone límites. Otra cosa es que me pueda quedar indefinidamente, que es lo que me gustaría. Eso se irá viendo. En todo caso, si voy a dedicarme un año entero a aprender un nuevo idioma, cabe suponer que voy a permanecer varios años más, si nada lo impide.
La Amazonía, en Bilbao
Por otro lado, la ONG YAN LUR, ha organizado un evento para mañana domingo, de 11:00 a 14:30 h., en el Arenal de Bilbao, junto al teatro Arriaga sobre la actualidad de la Amazonía en el que habrá danzas bolivianas, música y actividades para niños y niñas.