¿Cómo y cuándo recalaste en el seminario de Bilbao?
Nací hace 31 años en Segovia. Mi padre es de Ermua y mi madre, de Ávila. Estudié en Segovia la etapa del Instituto. A los 18 años entré a formarme al seminario de Salamanca y en un momento dado, en un impás en el que me estuve replanteando el tema vocacional, vinieron a Salamanca los seminaristas de Bilbao y ellos me animaron a proseguir la formación en Bilbao. Y me tiré a la piscina.
¿Cómo estás viviendo estos días anteriores a la ordenación diaconal?
Es algo muy anhelado y esperado. Voy a dar un paso en firme. Es una alegría muy grande por las consecuencias que tiene en mi entorno. Las cinco parroquias se están involucrando tremendamente. No te puedes poner nervioso, porque no hay hueco.
¿Qué tipo de cura quisieras ser?
Sobre todo, me gusta estar con la gente. Quiero estar a pie de calle, con la problemática de la gente del entorno, involucrándome e implicándome etc. Soy bromista y me gusta escuchar. Mi forma de estar es acompañando a pequeña escala. Prefiero tomarme un café con alguien que organizando grandes eventos. En el futuro, quién sabe, igual no tengo tanto tiempo, pero intentaré sacarlo para poder estar con la gente.