La celebración estuvo presidida por Miguel Vera, quien compartió con esta comunidad una etapa de formación como seminarista. También como en otras ocasiones estuvieron acompañados por la Coral Oihartzuna. En este contexto festivo, en colaboración con el consistorio municipal y su actual alcalde de la localidad, Borja Liaño, se realizó un año más, el cuarto ya, este acto de reconocimiento y agradecimiento.
Primero al Equipo de Pastoral del Centro Somorrostro, por el aporte a la tarea evangelizadora que realiza este grupo de docentes en el centro, pero también por el vínculo que mantienen con la parroquia, coordinando actividades conjuntas para los chavales y chavalas, porque el párroco participa de este equipo, y porque como parte de la corresponsabilidad un miembro de este equipo participa en el consejo parroquial. También toman parte en la mesa de juventud de la zona minera y, desde ahí, acercan al alumnado del centro a la realidad de juventud en la Unidad Pastoral, por medio de todas las actividades que se realizan.
Segundo a Miren Ruiz, que no solo desde su vocación de profesora sino de cristiana comprometida. Es la persona de referencia y quien durante estos años funciona como puente “para que el excelente trabajo que realiza el equipo, no solo se quede en el ámbito del centro sino también presencia y participación en la parroquia, el pueblo y la Unidad Pastoral”, resalta el párroco Johnny Vargas.
Y por tercero, un homenaje póstumo, a una comprometida mujer de la parroquia, Mari Asun Echaniz, quien falleció recientemente de manera repentina, generando sorpresa en la comunidad que quiso hacer un agradecimiento público a su familia, por el testimonio de largos años de servicio y entrega.
Al finalizar el acto, en el soportal de la iglesia actuaron el grupo Herriko Abestiak de Portugalete y grupos de danzas latinoamericanos (Maguaré, Kawsana kushi, Forasteros).