El religioso pasionista Martzel Andrinua dio comienzo a la charla organizada por la Delegación de Evangelización y Catequesis con el título: ¡Háblame de Dios amama!. Contó la experiencia, de más de 25 años, del movimiento de Pastoral de los Mayores en la zona euskaldun. Manifestó la alegría de poder contar con un número importante de personas que forman y cultivan su fe “desde el lado más humano, teniendo siempre presente al Señor”.
`Aita Martzel´, así es como conocen al sacerdote en los grupos, dio paso a las que desde su experiencia personal pueden contar “mejor que nadie”, las diversas maneras de transmitir la fe a los nietos.
Testimonios con corazón
Maite Larrauri abrió el turno de testimonios remarcando la importancia de vivir la fe cristiana en el núcleo familiar. “Uno no puede dar de lo que no tiene” dijo, y agradeció que sus padres también le inculcaran la alegría de ser creyente. Relató que aunque sus nietas no han vivido con ella, aprovecha las ocasiones en las que comen juntas para “labrar mi pequeño campo”. Tiene por costumbre bendecir la mesa y hace unas semanas su nieta de seis años le pidió a su amatxu que le enseñara «y ahora bendecimos juntas”. Para Maite es muy importante que sus nietas la vean alegre “porque la fe se tiene que compartir con alegría”.
El relato de Itziar Sardui se centró en sus nietos Olatz y Koldo. El nieto, que pronto cumplirá 15 años, le preguntó un día “¿Tú crees en Dios?”. La respuesta que le dio su amama fue contundente: “Yo no le he visto, ni nadie le ha visto pero me han enseñado que existe. Jesús sí, como sabes es histórico y conoces que se dedicó a hacer el bien. Pues cuando tu aita y tu ama te dijeron que un niño de Senegal se estaba muriendo y necesitaba una familia tú dijiste que viniera y que le ibas a ayudar. Cuando llegó y le viste, lloraste por amor. Pusiste una cama al lado de la suya y le diste la mano para que no estuviera solo. Hay había amor. Pues eso es Dios”.
Rosarito Orbe fue la que nos legó la frase que recoge el titular de la noticia y que resume bien lo que ayer transmitieron los testimonios de las amamas y la reflexión de Aita Martzel: “Si la violencia genera violencia, el amor genera amor y Dios es amor”.
19.02.2015
“Si la violencia genera violencia, el amor genera amor y Dios es amor”
Los testimonios de las tres amamas que participaron en la jornada sobre la transmisión de la fe a los más pequeños, que se llevó a cabo ayer, fueron emocionantes. La experiencia de amor que viven a diario con sus nietos quedó patente en todo momento. Por medio de sus vivencias cotidianas, supieron transmitir y contagiar la alegría de ser creyente. Maite Larrauri, Itziar Sardui y Rosarito Orbe mostraron la riqueza que supone compartir la fe dentro del movimiento `Bizian Gora´.