«Hoy es un día de esperanza»

¿El día de hoy es un día de sorpresa, de lo imprevisible?
Es un día especial, el recado que nos llega ante el crucificado que tiene su rostro desfigurado. La resurrección supone que se nos encomienda a ser algo así como carpinteros, para desclavar de las cruces a las personas que están crucificadas. Esta es la manera de hacerlo creíble. O al menos, debemos estar al pie de la cruz, como María, al lado de quien está sufriendo.
También es un día de esperanza
Me imagino en un acantilado de Lekeitio, en una noche cerrada, donde todo pierde sentido porque no hay referencias. De pronto, algo amanece a lo lejos y con la luz, aparecen los primeros perfiles.
Este día supone devolvernos nuestra propia identidad. Es un día de ilusión, de sentido para vivir.
¿Qué relevancia tiene este día litúrgicamente?
Es el día principal, el día del Señor y de la comunidad y así desde los comienzos de la comunidad cristiana para hacer memoria del resucitado. Cada domingo es resurrección. Hay que celebrar la vida en experiencias de muerte y dificultad para ser mensajeros de la historia de Jesús, de un acontecimiento que afecta a la historia de la humanidad.