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20.04.2011

Las Clarisas celebran su VIII centenario

Este año 2011, las clarisas, celebran el octavo centenario de la consagración de su fundadora, Santa Clara. En nuestra Diócesis hay alrededor de 60 religiosas de la orden en Durango, Gernika, Derio, Loiu y Portugalete. La mayoría residen en el convento de Durango (22) y el día 17, Domingo de Ramos, celebraron una eucaristía de inauguración de los actos conmemorativos.

Las clarisas de San Francisco de Durango dieron comienzo a las celebraciones conmemorativas del VIII centenario de la consagración de Santa Clara y comienzo de su vida clariana el pasado Domingo de Ramos. Celebró la eucaristía el franciscano residente en Vitoria y dedicado a la pastoral vocacional, Patxi Bergara. “La misa fue muy solemne – comenta la hermana, Sor María Olatz- incluso hicimos una pequeña procesión por el jardín”.
El Delegado diocesano para las religiosas de clausura, Dionisio Larrañaga, muestra su alegría ante éstas celebraciones, “ya que visibilizan mejor de cara al exterior la labor que realizan las monjas”. La preocupación que se palpa en muchas órdenes es la del relevo generacional, pero Dionisio afirma que “afrontan ésta realidad con una gran serenidad”.
En Bizkaia hay  60 clarisas repartidas en cinco localidades. 22 de ellas están en el convento de Durango. Las restantes residen en Gernika, Derio, Loiu y Portugalete.
Las más de 18 mil clarisas de todo el mundo celebrarán durante todo el año 2011 hasta el 11 de agosto de 2012 (festividad de Santa Clara) su octavo centenario. Las clarisas de Durango finalizarán los actos conmemorativos en abril del año que viene.
Santa Clara
Clara de Asís renunció a su acomodada vida noble para ingresar en un convento de su tierra natal. Posteriormente, fundó la orden que lleva su nombre. El Domingo de Ramos de 1212, Clara huyó de casa para ir a Porciúncula. Más tarde, fundó la orden de las clarisas, junto a San Francisco de Asís. Desde la Edad Media se relaciona a la Santa con el buen tiempo, por eso las novias hacen una ofrenda, consistente en huevos, para que no llueva el día de la boda.