Ante unas ciento cincuenta personas esta profesora de Moral Social en el Instituto de Ciencias Religiosas de Barcelona realizó una breve introducción sobre la relación entre democracia y derechos de los ciudadanos. Oller partió de la base para su intervención de que la pobreza cuestiona a la democracia “Hay graves crisis cada vez más visibles en los países donde precisamente la democracia tiene solera. Crisis que provienen de su interior. Basta con ver los altos índices de abstención en las elecciones. Eso hay que ligarlo a la lógica de la globalización y la desmotivación ciudadana al considerar a la clase política como un grupo lejano a las bases”
Dolors Oller pasó a continuación revista a las democracias actuales que calificó de demediadas, con grandes déficit, y casi pervertidas. Y como ya ocurriera en la jornada precedente echó mano de informes de Naciones Unidas «en los que se alerta de que el crecimiento económico por si sólo no contribuye a la desaparición de la pobreza porque la riqueza no se distribuye. Se necesita la actuación del poder político desde posicionamientos democráticos. La globalización crea una riqueza inmensa pero a la vez, también abre una mayor brecha entre Norte y Sur. Y además está la brecha digital, porque las nuevas tecnologías no son de igual acceso para todos».
Por ello abogó por desterrar el mito de que el Estado es victima de la globalización “Sí, pero a medias. Porque es el Estado el que ha propiciado la globalización, y la globalización va por los derroteros actuales por las decisiones políticas que han abierto a las multinacionales la veda para que actúen como lo están haciendo”. Tal vez por eso Oller considera que las democracias son débiles porque actualmente están poco apoyadas por las bases sociales que no se siente escuchadas y que sufren crisis de legitimidad política porque cada vez son cauces menos idóneos para expresar el pluralismo de la sociedad.
A la crisis de la democracia y del poder político unió la del sujeto individual. Que tiene que ver con la crisis de valores y con la lógica económica que potencia el consumo desaforado, creando un sujeto poco idóneo, dijo, para afrontar los retos del futuro que pasarían por recuperar la política, reconstruir el sujeto y principalmente preservar la democracia. «Ante una democracia con tantas carencias que favorece la injusticia y la pobreza hay que recuperar la democracia que tenga contenido, unida a una recuperación de la política porque los grandes problemas son estructurales y necesitan por lo tanto de soluciones estructurales, que puedan dar soluciones en la política».
Destacó la necesidad de avanzar hacia un desarrollo sostenible a favor del pueblo, sobre todo del pobre y de las generaciones futuras, pasando del bienestar a la justicia y poniendo el acento en la equidad más que en la calidad de vida , aunque para ello son necesarias en su opinión algunas medidas urgentes como crear un Fondo Mundial para la pobreza, un Sistema Mundial de condonación de la deuda externa, suprimir los paraísos fiscales, una organización asimétrica del comercio internacional y un consumo responsable mediante tiendas de comercio justo. Algunas de estas medidas ya están en marcha, otras tan sólo son una utopía en la consecución de un mundo más justo e igual.
La semana del IDTP llega hoy a su ecuador con la conferencia que a las siete y media ofrecerá el teólogo y presbítero diocesano Javier Vitoria “La pobreza del mundo y la Iglesia sacramento de salvación”
15.02.2006
Dolors Oller y la visión política de la pobreza.
Ayer y dentro de la semana con la que el IDTP cierra la campaña "Pobreza cero" tuvo lugar en el Salón el Carmen de Indautxu la segunda conferencia, en la que la profesora catalana Dolors Oller abordó el problema desde un punto de vista político bajo el título “Pobreza y Democracia” El encargado de presentarla fue Javier Arellano, miembro de Alboan, quien destacó la trayectoria vital de la invitada