La religiosa Sor Adriana Hincapié, junto a la comunidad actual formada por 12 hermanas explica que sería imposible decir cuántas hermanas han pasado por aquí en todos estos años, “la verdad que han sido muchísimas las que han colaborado en este sanatorio Bilbaino”. Su tarea diaria –explican- “es llevar el mensaje de Dios a los más necesitados, somos enfermeras de Cristo, esto nos lo inculcó nuestra Santa Madre Fundadora, santa María Josefa. Todas estamos repartidas en las diferentes áreas del Sanatorio”.
A la pregunta de cómo es su día a día, sor Adriana explica que se levantan pronto “ya que el Señor nos espera prisionero en el sagrario y elevamos nuestra oración al señor, tenemos nuestra Eucaristía, a primera hora de la mañana y allí encontramos el alimento espiritual, la fuente de la unidad y la fuerza de la actividad. Luego cada hermana acude a su área de trabajo”, -administración, quirófano, plantas y otras actividades- que exige el sanatorio “todo es para mayor gloria de Dios y viviendo y haciendo realidad nuestro lema de Amor y Sacrificio”.
Sor Adriana agradece el trabajo de “Muchas madres y hermanas que han pasado y siguen presentes en este Sanatorio, que han dado y siguen dando lo mejor de cada una de ellas silenciosamente para que esta pequeña nave siga a flote con amor al servicio de los bilbaínos”.