Begoña y Madi explicaron su experiencia en la mesa redonda que organizaron desde la Delegación de Caridad y Justicia, con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado que celebra mañana la Iglesia. Ofreció también su testimonio, Zikgu, integrante del proyecto `Bizilagunak´ surgido por SOS Arrazakeria.
Los niños, de cinco y ocho años, fueron los primeros que se adaptaron, señaló Begoña. “Hemos vivido el día a día compartiendo muchas cosas: los momentos de rezo, de comida, de enfermedad de gente cercana… ha sido una experiencia que nos ha enriquecido a todos”.
Los últimos seis meses Madi ha estado trabajando, pero ahora mismo tiene dificultades con su tarjeta de documentación. “Me han denegado el asilo político, pero tengo que seguir otros tres años para conseguir el empadronamiento”, detalla.
Madi afirma que la gente de Bilbao es acogedora y “muy buena”. En el tiempo que lleva aquí no se ha sentido discriminado. Begoña explica que aunque la acogida supone también “renunciar a algunas cosas”, valora positivamente la experiencia, ya que “nos ha hecho abrirnos y hemos ganado a uno más en la familia».