Esta acción, que se lleva a cabo en Barakaldo, como tantas otras desarrolladas desde la Pastoral de la Salud de la Diócesis, está muy en sintonía con el lema elegido para la XXX Jornada Mundial del Enfermo que tendrá lugar, el próximo 11 de febrero: “sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6, 36).
Desde Pastoral de la Salud destacan que “acompañar a quienes sufren como consecuencia de la enfermedad es una obra de misericordia y una finalidad fundamental” en su día a día, por ello en la campaña del Enfermo, que transcurre entre el 11 de febrero y el VI domingo de Pascua (22 de mayo) de este año 2022, se va a poner el acento en la importancia de “acompañar en el sufrimiento”.
Acompañamiento espiritual
Ivan Llorente, psicólogo de la Fundación Miranda, explica que esta experiencia de acompañamiento, está muy relacionada con la vida espiritual de quienes viven en el centro “el equipo interdisciplinar diseña acciones y establece objetivos que sean significativos y beneficiosos para las personas. Sabemos que hay una serie de patas que hay que tocar: la cognitiva, la emocional, la social…, y hay otra que es muy importante y que suele estar bastante olvidada: la espiritual, ayudar a dar respuesta a aquellas preguntas que se hacen en diferentes momentos de la vida y que son trascendentales para su bienestar”. En este caso han puesto la mirada, concretamente, en quienes están positivos por Covid y que, por tanto, sufren un aislamiento casi completo de sus familiares, de sus seres queridos –hay video llamadas, atención, apoyo psicológico…, “pero lo que no hay, en absoluto, -reconoce Llorente- es una vida normal, ni una vida plena para estas personas y es el trabajo que deberían hacer los centros de cuidados. Estamos en situación de pandemia que nos convierte en custodios y en carceleros de quienes por desgracia caen enfermos”.
Jokin Perea propuso hace unos días el acudir como sacerdote a ofrecer apoyo espiritual, escucha y oración a quienes se encuentran en situación de Covid positivo y ayer tuvieron la primera experiencia. “La intención es regularizar esta acción hacia las personas más frágiles en estos momentos y la experiencia, ha sido increíble” resume Llorente, quien explica que pretenden poner en valor la importancia del cuidado espiritual y de seguir llevando a cabo acciones que intenten mejorar la situación de las personas.