Nació en la calle “La pelota” el 14 de noviembre de 1907. Ingresó en la compañía de Jesús en 1927. Poco después de haber comenzado sus estudios de Filosofía en el monasterio de Oña (Burgos), llegó el decreto de disolución de la Compañía de Jesús en España (1932). Arrupe partió al destierro junto con sus compañeros. En el año 38, le destinaron a Japón. Tras pasar por una cárcel nipona con la acusación de “espía”, le destinaron a Nagatsuka, una colina a las afueras de Hiroshima. El P. Arrupe fue testigo de la bomba atómica. Convirtió el noviciado al que atendía en un hospital de emergencia y su comunidad ayudó a más de 150 personas abrasadas.
Fue elegido superior de la Compañía de Jesús en 1965. Vivió y participó activamente en los tiempos azarosos que precedieron al Concilio Vaticano II y marcó los principales derroteros en la historia de los jesuitas.
En 1981, en Roma, sufrió una trombosis cerebral que lo apartó de la vida activa. Murió tal día como hoy hace 20 años.
2007, centenario de su nacimiento
Hace cuatro años, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, se celebraron diversos actos de reconocimiento al Padre Arrupe en Bilbao. Meter-Hans Kolvenbach el sucesor del P. Arrupe como Superior General de los Jesuitas, participó en un ciclo de conferencias organizado por la Universidad de Deusto. Allí destacó la personalidad y el aspecto característico de la figura y mensaje del Padre Arrupe, tal y como se decía en el libro del Apocalipsis: “Mira, renuevo el universo”.
01.02.2011
Aniversario del fallecimiento del P. Pedro Arrupe
El general de la compañía de Jesús, el bilbaíno Pedro Arrupe, murió el 5 de febrero de 1991, después de casi diez años de dolorosa inactividad, en la casa generalicia de los jesuitas en Roma. Días antes, ya en agonía, le había visitado Juan Pablo II.